En la vereda El Guavito, Cabildo Indígena  de López Adentro, Cauca, Colombia, mientras participábamos del I Encuentro para formarnos como tejedores de comunicación en defensa de la vida, la libertad y la dignidad, nos enteramos del asesinato de Betty, a través de un comunicado y después de observar un video donde ella denunciaba las trasnacionales mineras y hacía un llamado a la unidad de los pueblos, comunidades y organizaciones.
 
Los y las estudiantes de la Escuela Formación  del Tejido de Comunicación de la ACIN nos pronunciamos frente al asesinato de la compañera Beatriz Alberta Cariño. Esta es una rabia y una  muerte de todas y todos. Betty es de nosotras y de nosotros aunque no la conocimos.
Ahora, no la vamos a conocer porque nos negaron el privilegio con  su muerte, como nos niegan el privilegio de conocer tanto desconocido y  desconocida que hay por ahí, con nombres y vidas que no nos llegan, pero  no por ello dejan estar en la luminosidad de sus vidas humildes y  ejemplares, luchando con dignidad por la libertad y por la vida sin que  jamás les importe figurar fuera de la penumbra a la que las y los han  condenado, porque viven para vivir y sembrar futuro.
Es que  tampoco hemos conocido a la mayoría de quienes han sido desaparecidas y  desaparecidos en la Historia que se hizo para negarlos, ignoradas e  ignorados. Es que no conocemos todavía a la humanidad que sacará a esa BOLA  DE CABRONES de nuestras tierras e imaginarios para que  Nunca Más! vuelvan a ignorarnos y a empobrecernos y a matarnos.
En  la vereda El Guavito, Cabildo Indígena de López Adentro, Cauca,  Colombia, mientras participábamos del I Encuentro para formarnos como  tejedores de comunicación en defensa de la vida, la libertad y la  dignidad, nos enteramos del asesinato de Betty, a través de un  comunicado y después de observar un video donde ella denunciaba las  trasnacionales mineras y hacía un llamado a la unidad de los pueblos,  comunidades y organizaciones.
Rechazamos el asesinato de Betty,  quien además desde su labor como comunicadora, se oponía a la invasión y  al apoderamiento del territorio de San Juan Copala. Valentía que no  sólo admiramos como tejedores de la palabra digna, sino que llamamos a  todos y a todas a seguir ese ejemplo. Porque igual que en México, en  nuestro país también vivimos la constante amenaza y el asesinato de  compañeros y compañeras que defienden el territorio de la explotación,  por tanto genera militarización, desplazamiento forzado, detención y  judicialización de quienes exigen el derecho a la vida y a la  permanencia en armonía en sus territorios.
No es coincidencia  entonces que en los últimos meses se hayan incrementado las amenazas de  los paramilitares contra varios procesos sociales y populares del país,  tal como se ha evidenciado con organizaciones como: la Comunidad de San  José de Apartadó, la Pastoral Social de la Diócesis de Tumaco, el Pueblo  Misak, la CUT, la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, entre  otros. Todo lo anterior, en el marco de los tratados internacionales de  comercio y de la mal llamada Seguridad Democrática, para garantizar la  expansión de las trasnacionales y la acumulación de capital.
Paralelo  a esto, en la zona norte del Cauca en particular, los enfrentamientos  armados entre la fuerza pública y las Farc se han incrementado,  afectando a varios civiles que son los que mayoritariamente terminan  pagando el costo de la guerra, no sólo con la interrupción de sus  prácticas comunitarias, la invasión y la ocupación de sus territorios,  la violación constante de sus derechos humanos, sino que muchas veces  pagan con sus propias vidas. Todos estos acontecimientos evidencian una  vez más que los pueblos y los procesos conscientes en este país, somos  un estorbo para el poder trasnacional y por ello usan diversas  estrategias para dividirnos y aniquilarnos. Así pretenden tener el  camino libre para consolidar  y avanzar con su proyecto de muerte.
Como  estudiantes de la Escuela de Comunicación “El Camino de la Palabra  Digna” y en representación de organizaciones indígenas, afros,  campesinas y urbanas del país, ratificamos que tenemos un Plan de Vida  conjunta, y no un plan de muerte y de engaño.  Por ello, nuestro llamado  es a seguir unidos fuertemente como eslabones de las cadenas de vida  para crear, unir ideas y pensamientos y no para oprimir, humillar y  aniquilar como lo hacen los señores de la guerra, a quienes rechazamos  vengan de donde vengan.
Insistimos en enviar nuestro mensaje más  sentido a Betty, con quien nos identificamos en su camino de lucha y de  resistencia. Nuestro mensaje a una desconocida más, que levantó la  palabra desde la tierra, desde las mujeres, como una y todas las mujeres  indígenas y anunció que nos tienen miedo porque les perdimos el miedo y  aterrados la mataron los cobardes, para seguir robando.
Nosotras  y nosotros no conocimos a Betty Cariño, pero la conocemos ahora que no  se nos va a olvidar nunca. Ahora, porque es más cercana que nadie en  estos momentos en que buscamos cómo compartir el dolor con su familia,  su comunidad, sus mujeres y amistades. Ahora, que su lucha nos reclama convertir en  camino de millones su palabra hermosa. Ahora que las  transnacionales de la minería y de la muerte, que nunca han cesado en el  despojo por El Dorado, asumen que volverán a esconderse en la impunidad  de sus malos Gobiernos, sus leyes, sus mentiras y sus asesinos a  sueldo. Ahora que quienes la mataron, habrán cobrado sus monedas a los  mandaderos de los mandaderos de los mandaderos de los asesinos que  mandan a matar y no saben nada. Ahora que la nombramos ante el espejo  para exigirnos el derecho de nombrarla. Porque decir tu bello nombre,  Betty.....Cariño, es asumir una vida que no cabe en palabras y la  decisión de hacer justicia y alcanzar la libertad.
Pero también a  los malos Gobiernos como el de Canadá frente a los cuales Betty  denunció a las transnacionales y demostró su valor, les gritamos con  todo nuestro dolor que no les tenemos miedo!. La mataron. Ya no va a  estar. Se fueron sus palabras de mañana, pero se quedan las de siempre y  las estamos caminando. Sembraron prematuramente a Betty en la Madre  Tierra desde donde sigue viviendo.
Al firmar esta nota  proclamamos desde acá, cada una y cada uno, que desde hoy, no hay un  árbol, una planta, una vida o una criatura que no sean ahora Betty.  Betty, te conocemos y te nombramos en todo lo que es vida para ponerla  en libertad. Allí, poco a poco, te vamos a conocer. Cuando alcancemos tu  conciencia ejemplar, tú fuerza de llama, tu belleza de madre, para  luchar como tú lo haz hecho contra quienes nos despojan y por la vida.  Cuando los campos sean libres y se haya hecho justicia. Cuando los  pueblos no necesitemos figurar en los medios comerciales para existir.  Cuando nos hayan dejado, por nuestra mano, de expropiar y explotar.  Cuando los hayamos detenido para siempre en su afán de matar la tierra y  sacarle la vida. Cuando se pueda vivir, Betty, así no más, vivir, todo  lo que es te dará las gracias y ese día Cariño, te habremos conocido.
Firman participantes de la Escuela de Comunicación "El Camino de la Palabra Digna":
Colectivo Ayahuasca, Medellín
Red Juvenil, Medellín
Colectivo Contracultura Bella Ciao, Bogotá
Rostros y Huellas del Sentir Humano, Buenaventura
Colectivo de Investigación Minga de Pensamiento, Cali
Colectivo de Comunicación Popular el Andarín, Cali
Fundación para el Desarrollo de El Placer, Valle del Cauca
Consejo Comunitario ASONACER
Red de Comunicación Alternativa, Manizales
Unidad de Organizaciones Afrocaucanas- UOAFROC
Reservas Campesinas, Caloto Cauca
Organización Indígena del Casanare - ORIC
Organización Regional Indígena del Valle – ORIVAC
Organización Regional Indígena del Huila – ORIHU
Unidad del Pueblo Awá – UNIPA, Nariño
Cabildo Central de Asentamiento Indígena, Valle
Comunicadores y Comunicadoras de Tierradentro
Consejo Comunitario Cerro Teta, Suárez
Territorio Ancestral Kizweño
Comunicadores y Comunicadoras de Caldono
Cabildo Ancestral Pueblo Misak
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