sábado, 29 de septiembre de 2012

Caravana de Solidaridad y Apoyo Caracol V "Que Habla para Todos"

Violación de derechos en Chiapas. Tengo aún batallas que ganar, afirma el acosado Patishtán

Violación de derechos en Chiapas
Tengo aún batallas que ganar, afirma el acosado Patishtán
Confía el activista en salir bien de la operación de un tumor cerebral
Cumple el profesor condena de 60 años, tras un proceso irregular
Hermann Bellinghausen
Enviado
Periódico La Jornada
Sábado 29 de septiembre de 2012, p. 2
Tuxtla Gutiérrez, Chis. 28 de septiembre. Estoy limpio de la vista, dice Alberto Patishtán Gómez, sentado en una cama de hospital, con bata de paciente, o sea casi desnudo, y un rosario de cuentas grandes colgándole del cuello. ¿Cómo entender estas palabras de un hombre que se está quedando ciego y que ha pasado por todo lo que él desde el verano de 2000 en su municipio natal en San Juan del Bosque, cuando fue apresado y culpado por el asesinato en emboscada de siete policías estatales, y lleva 12 años tras las rejas en cuatro penales diferentes? Un hombre que se sabe inocente y que no ha dejado de luchar por la libertad. La suya y la de muchos hermanos suyos, pues se convirtió en un defensor natural de los derechos humanos de los presos. Ha participado en protestas y en grupos de presos políticos o injustamente encarcelados. Plantones, huelgas de hambre, constantes denuncias sobre la vida carcelaria en Cerro Hueco, El Amate y Los Llanos, donde impulsó la liberación de decenas de catequistas, trabajadores agrícolas, adherentes de la otra campaña, bases de apoyo zapatistas. Tras una protesta en 2008 salieron cerca de 50 indígenas en huelga de hambre por 40 días. Patishtán ya era el vocero de la Voz del Amate y de los presos organizados. Sólo él quedó adentro. Y allí sigue.

Ahora está aquí, en una pequeña habitación sin ventanas del hospital público Vida Mejor, en un ala desierta del edificio donde los demás dormitorios ni camas tienen. Un par de esposas cuelgan de un tubo de su lecho, aunque esta vez no se las han puesto los tres custodios que montan guardia desde que lo trajeron de la cárcel sancristobalense el martes pasado, se supone que ahora sí para tratar la enfermedad que hace más de cinco años lo priva de la visión de manera progresiva y en ocasiones dolorosa. En 2010 permaneció seis meses en este mismo nosocomio, esposado a la cama. Y todo para que ni lo curaran, imponiéndole el tratamiento de una enfermedad que no tenía.

Lo que tengo es vencible. Todavía tengo muchas batallas que ganar, confía a La Jornada casi riendo, con una peculiar alegría, inesperada en alguien que sabe que tiene un tumor de 4 centímetros encima de la hipófisis, que necesita ser intervenido quirúrgicamente y que lleva 12 años sin libertad. Separado de ella, de su familia, de su comunidad, de su trabajo como profesor y gestor comunitario. Y sus ojos cada día ven menos. El oftalmólogo de su confianza que lo atiende recientemente le dijo: Tu problema no está en los ojos, y aventuró que podía tratarse de un tumor, como una tomografía ha revelado ahora.

Es una experiencia más para mí. De humildad para entender y sentir el sufrimiento de los demás. Habla como alguien que está en paz con su corazón. Sus creencias lo fortalecen. Recuerda con precisión borgeana el día que ya no pudo leer la Biblia: el pasado 6 de septiembre. Comencé a cancelar mis lecturas, y dejé de escribir. Vuelve a reír al referirse a sus compañeros de prisión y de lucha: “Pero tengo mis ‘secretarios’ que tienen ojos y me prestan sus manos para no quedarnos en silencio”.

No es difícil imaginar el efecto que puede tener esta confianza y serenidad en otros reclusos. Evidentemente Alberto ejerce una influencia contagiosa en sus pares. Eso, si algo, lo hace un tipo peligroso, al menos para las autoridades políticas, judiciales y carcelarias. Durante su estancia en el Cefereso número ocho en Guasave, Sinaloa, a donde fue trasladado en octubre de 2011 para arrancarlo de la huelga de hambre y ayuno en que participaba en San Cristóbal de las Casas, dejó huella en los presos que pudieron tratarlo. Todos, con cargos suficientemente graves como para estar en ese nuevo penal de alta seguridad. Dos horas a la semana, recuerda Alberto. ¿Se imaginan? Es todo lo que podíamos salir al sol.

A través suyo, aislados como estaban del exterior, aprendieron que podían defenderse de la mala comida y las reglas oprobiosas. Patishtán y el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas presentaron y ganaron un amparo para retornarlo a la cárcel de San Cristóbal, cerca de su familia y de la comunidad de presos Solidarios de la Voz del Amate que también luchan por su liberación y son adherentes de la otra campaña. Me enteré que ya otros presos en Guasave está buscando amparos como el mío, cuenta.
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Alberto Patishtán espera ser intervenido quirúrgicamente en el hospital público Vida Mejor, donde le realizan exámenes médicos para la operaciónFoto Moysés Zúñiga Santiago.
 
Su experiencia como defensor de los derechos de los reos en Chiapas, incluso en penales donde nunca ha estado, lo hizo acreedor de un premio que le entregó personalmente el Tatik Samuel Ruiz García hace varios años. De entonces datan las últimas fotografías de Patishtán, hasta hoy. La escuela de la vida, ahí sí, lo convirtió en conocedor de las leyes de los hombres y las del dios cristiano. Como es común entre los mayas chiapanecos, acción social y creencias religiosas van de la mano en algo que sólo puede llamarse compromiso.

Son tantos los hermanos presos injustamente, apunta. “Recuerdo uno, que venía de Guatemala, refugiado y ya se quedó en México, tenía sus tierras y todo, cerca de la frontera. Un día se encontró un armadillo en su milpa y lo llevó a su casa para comerlo. Unos agentes de Migración lo detuvieron, lo acusaron de saquear la fauna, y pasó cuatro años preso en San Cristóbal. ‘Por quererme comer un armadillo’, se lamentaba mi hermano”.

Se supone que ahora sí hay atención federal a su caso. En cuanto fue hospitalizado lo visitó un funcionario de derechos humanos de la Secretaría de Gobernación. La Suprema Corte de Justicia de la Nación se apresta a determinar si su caso puede ser revisado. A través del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, al parecer interesó al más alto nivel del gobierno federal luego del último diálogo en el Castillo de Chapultepec, a donde fueron invitados los familiares del profe (como le dicen sus amigos, que son muchísimos para alguien que lleva 12 años en la cárcel).

Los primeros días de 2006, al iniciar la otra campaña, fuera de programa la caravana encabezada por el subcomandante Marcos realizó un mitin frente al penal El Amate, en Cintalapa, para exigir la libertad de los presos que semanas atrás habían fundado la Voz del Amate y se adhirieron a la Sexta declaración de la selva Lacandona del EZLN. Ya era Patishtán vocero y motor de los presos políticos. Muy atrás había dejado su militancia en el PRI, al que pertenecía, críticamente por lo demás, al momento de su encarcelamiento por cargos fabricados y venganza política de sus propios correligionarios.

Su caso marcó una fractura inolvidable en El Bosque. Desde entonces familiares, alumnos, vecinos, padres de familia, colegas maestros han insistido en su inocencia, siendo ignorados y engañados por los sucesivos gobiernos municipales y estatales. Intereses creados, ciertamente inconfesables, desde el gobierno de Roberto Albores Guillén mantienen la férrea determinación de mantener encerrado a Patishtán; de lo contrario quedaría impune el asesinato de siete agentes. ¿Alguien tiene que pagar? Hay indicios de que el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, sería un escollo importante para la liberación de Patishtán. Por ello son varias las similitudes entre su caso y el del líder lakota Leonard Peltier, el más importante preso de conciencia en Estados Unidos durante 30 años, quien paga de por vida la muerte de dos policías de FBI sin que jamás se probara su culpabilidad. Ambos son fuertes espíritus indígenas, voceros de su pueblo con una autoridad que las vejaciones y castigos inmerecidos sólo han acrecentado.

Va a salir bien, me siento con confianza dice Patishtán de su inminente operación a través de la nariz. Me dijeron que pueden pasar tres cosas: que me muera, que quede inconsciente, o que me alivie del tumor. El pronóstico para su vista sigue siendo oscuro, parece difícil que recupere lo perdido. Para él, es una más de las muchas batallas que le quedan por ganar.

jueves, 27 de septiembre de 2012

LOS NIÑOS Y FETOS DEL TERRORISMO EN ECUADOR

LOS NIÑOS Y FETOS DEL TERRORISMO EN ECUADOR
NO HABRÁ NI PERDÓN, NI OLVIDO


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AULA MAGNA DE FILOSOFIA DE LA U. DE CUENCA, FORO NO A LA CRIMINALIZACION DE LA LUCHA Y RESISTENCIA EN ECUADOR

El Aula Magna de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Cuenca está llena, son las 17h00 y comienza el debate en torno a la Criminalización de la Lucha y la Resistencia en el Ecuador de hoy, con especial mención en el apresamiento injusto, desde todos los puntos de vista (jurídico, derechos humanos, médico) de 10 jóvenes profesionales en Luluncoto, Quito, hace siete meses, cuando se reunieron, como todo ciudadano, a conversar sobre los asuntos sociales del país al que tanto aman, con la responsabilidad de que exista justicia y solidaridad, para apoyar la Marcha por el Agua, la Vida y la Dignidad de los pueblos del Ecuador.

Por unos instantes vuelvo en el tiempo de las épocas macabras del terrorismo de Estado en el gobierno de León Febres-Cordero, recuerdos magros de correrías para protegernos del Escuadrón Volante, de los policías, del ejército, del gas pimienta en las manifestaciones, recelo de salir a la calle por los toques de queda,las cárceles, las torturas, los detenidos, el asesinato al periodista Francisco Jaime, a Consuelo Benavides, o la desaparición de los hermanos Restrepo-Arismendi….pero siempre resistiendo y luchando por las utopías, leyendo mucho, escuchando a los viejos músicos: Inti Illimani, Quilapayun, Illapu, Carlos Mejía Godoy, al Silvio, al Pablo Milanés, hurgando las sintonías en las radios, y en las estaciones de televisión para informarnos desde la información con compromiso. Radio Tomebamba de Cuenca, como adelantándose a las épocas negras, amplificaba su programa La Otra Música, las beatitas y los “curuchupas”, decían que era música del demonio comunista, nosotros reíamos pero también aprendíamos a tocarla con mucho cariño, la cantábamos en los parques, calles y plazas, a voz en cuello, era también una forma de concienciar, los huambras, preguntaban y se aprendían las letras, nuestras sonrisas se dibujan en el alma. En la Universidad nos reuníamos, ayudábamos en la confección de telas y pancartas con las serigrafías tan bien hechas, que hoy sin duda, ganarían todas las Bienales de pintura. Casi que no comíamos por terminar las tareas. Cansados bajamos al barrio, y en la esquina, la tarea de concienciar continuaba hasta altas horas de la noche. Libros rojos salían de las mochilas, discos de acetato también se intercambiaban, los cuadernos del materialismo histórico, de Jean Paul Sartre, de Bakunin, de Lenin, Marx. Nuestras camisetas tenían al frente el Che, los pantalones jeans rotos, la barba, el pelo largo. Siempre estábamos fuertes, a pesar de que la sociedad de aquellos tiempos nos veía como bichos raros, a pesar de que cuando nos ingresaban a los calabozos de la policía, salíamos pelados….a pesar de que nuestros profesores nos sacaban de clase, por cuestionar y discutir. Reíamos y llorábamos, amábamos nuestra libertad en medio de la cruenta represión de Estado y la psicosis de persecución al Alfaro Vive Carajo, y el agente infiltrado Mardones tenía una lista de los “rojos idealistas” de Cuenca y otros lados del país. Muchos compañeros y compañeros jamás volvieron a estudiar, a tocar las guitarras o a cantar, a pensar críticamente, o a compartir una sencillo caldo de bagre en el Mercado 10 de Agosto, o a sentarse en la vereda a resolver las cuestiones más significativas de las simples cosas…jamás volvieron.

Al volver del paréntesis pensé que ese tiempo del neoliberalismo y la represión juntos, había terminado en los “sueños de perro” de los dictadorzuelos con uniforme, y los de saco y corbatas, y camisas blancas con flores que abundaban en América Latina…pero despierto, ¡de pronto! Son las 17h00, del jueves 27 de septiembre de 2012, en Quito en la Tercera Sala Penal de la Corte de Pinchincha, se niega el pedido de anular el juicio contra los 10 jóvenes Luluncoto que fueron apresados el 3 de marzo, el Ministerio del Interior, los acusa de sabotaje y terrorismo. Por reclamar, la dirigente Natasha Rojas, gritó a la jueza Carmen Zambrano, “servil a Correa”, es amenazada de detención, pero no se concretó. Continúa el miedo, la persecución, ahora ya no con las balas, los gases pimienta de la época de León Febres-Cordero, sino con la Justicia servil a Correa, criminalizando y judicializando la lucha y resistencia de cada dirigente popular del Ecuador que no está de acuerdo, o que disiente con el presiente y sui equipo de gobierno, asambleístas, ministros y gobernadores.

Volvemos a Cuenca, al Aula Magna de la Faculta de Filosofía para el Foro.

Carlos Castro Riera, decano de la Facultad de Jurisprudencia de la U. de Cuenca

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“Todos nos reunimos para hacer política, desde el presidente, porque los ciudadanos nos preocupamos de discutir los temas nacionales, por eso no es válido que se les acuse a los 10 de Luluncoto, únicamente por estar reunidos para discutir sobre política del país. En el supuesto no consentido de la acusación, los jóvenes estuvieron preparando un acto de deliberación, y no de acción, no pueden ser acusados, así lo asegura el derecho penal, por ese motivo, este es un tema no de derecho, sino político, para mí, tienen la condición de PRESOS POLÍTICOS. Tenemos que defender los derechos humanos a como de lugar de las malas políticas de Estado, lamentablemente con todos estos actos, avanzamos en Ecuador a un ESTADO TOTALITARIO”.


César Zea, presidente de Derechos Humanos del Azuay

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“¿Estamos viviendo, o no, un Estado de Derecho?, porque a cada paso, en cada juicio, se estarían forjando pruebas para los acusados. Puedo cuidarme de los delincuentes comunes, pero de los delincuentes de uniforme, no puedo. Si hoy nos hemos reunido en esta Aula magna para discutir temas que no le gustan al presidente, entonces, aquí hay más de 100 terroristas. Este gobierno ecuatoriano no merece llamarse democrático, porque no respeta la división de funciones del Estado, hoy tenemos “Jueces a la carta” que hacen lo que se les dicta desde el Palacio de Carondeletel. Por favor no nos dejemos sorprender cuando quieran forjar pruebas contra nosotros, recuerdo el caso de Ricardo Merino, acusado de terrorista en el gobierno de Febres-Cordero, le pusieron armas, e hicieron creer a los ciudadanos. Los 10 de Luluncoto no son PRESOS POLÍTICOS, sino PRESOS DE CONCIENCIA, porque han sido detenidos por tener un credo político, y no han hecho uso de la violencia. En Ecuador vivimos días difíciles en materia de derechos humanos, por ejemplo, el gobierno presenta a “Los más buscados”, conflagrando el derecho de presunción de inocencia, pobre del Juez(a) que se atreva a sobreseerlos, se convierten en corruptos. Porque detener a los 10 de Luluncoto, sino hay suficientes pruebas. Sí hoy vivimos una verdadera dictadura, aprendamos todos los días a vencer el miedo. Cuando no defendemos nuestros derechos, perdemos la dignidad”.

Vladimir Andocilla, abogado en libre ejercicio

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“La detención de los 10 de Luluncoto, es parte de un mensaje forjado por el gobierno ecuatoriano desde el 18 de Febrero/2012, semanas antes de la Marcha por el Agua, la Vida y la Dignidad. Cada sabatina del presidente fue desestimando al Movimiento Popular Democrático y a Pachakutik, arguyendo que se quería dar un “Golpe de Estado”, pero el mensaje no tenía rostro, por eso cuando se apresan a los jóvenes se logra ponerle nombre y apellido a algo que no existía, solo estaba en las mentes del presidente y sus asesores, esto demuestra que para ellos es muy importante forjar pruebas, forjar mentiras. Hay varias pruebas que no dicen nada, o están mal infundadas, por ejemplo en LAS ORDENES DE ALLANAMIENTO Y DETENCIÓN DE LOS JÓVENES EN LULUNCOTO, QUITO, CONSTA LA FECHA 3 DE MARZO DEL 2011”, cuando fueron detenidos en el año 2012. Los jóvenes no son detenidos en delito flagrante y son llevados a un Juzgado de Flagrancia, muy afín al gobierno. Por otra parte rompieron la cadena de custodia de varias pruebas. Hago un llamado a los cuencanos(as) a que defiendan a una hija digna de esta tierra, a Abigail Heras, que está detenida. Insisto, en Ecuador las ideas no son un delito”.

Arturo Quizhpe, decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la U. de Cuenca

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“Me indigna como Médico Pediatra saber que en Ecuador hay FETOS E INFANTES TERRORISTAS, por favor, como se puede maltratar a una joven madre embarazada de 18 años (Fadua Tapia), cuando es puesta en el piso y mantenida una hora boca abajo; como se puede poner miedo a un niño de 3 años, hijo de Abigal Heras, cuando medio centenar de policías arremete contra la vivienda de su madre a la madrugada disque buscando pruebas subversivas. Me pregunto: ¿en donde están, que dicen, que hacen?, ante esto el Consejo Nacional de la Niñez y las instituciones que velan por los infantes en este país. La edad infantil hasta 5 años, es el “tiempo de los sueños”, son los inventores, son los creadores, pero no tienen la noción de tiempo y espacio, por eso el apego a la madre es muy importante, cuando sufren desapego es terrible, las consecuencias se las verán más tarde. La madre en estado de gestación, también sueña, y se imagina como será su niña, ¿se pueden imaginar cuando es maltratada una madre a en ese estado que soñará? No nos dejemos engañar por la Publicidad y la Propaganda del gobierno que vende falacias. Debemos mantener la dignidad como pueblo. Admiro a los jóvenes que todavía, a pesar de las circunstancias, son capaces de indignarse. LA DIGNIDAD SE FUNDAMENTA EN LA LIBERTAD”.

Sol Rojo caso Luluncoto acusados de terrorismo

domingo, 23 de septiembre de 2012

Pupila de Mujer





Sinopsis:
Moira es una mujer mapuche que vive en la Argentina y tuvo que migrar de la Patagonia a la ciudad de Buenos Aires con sus hijas más pequeñas. Después de un tiempo, decide volver al territorio recuperado mapuche donde están enterrados los restos de su madre, una tierra que ella sabe que tiene que preservar, pero las hijas no quieren vivir en el campo. Con interrogantes sobre cómo mantener la identidad originaria en la Argentina de hoy, Moira emprende un viaje en el que visita a mujeres de otros pueblos originarios con las que comparte la forma que cada una tiene de preservar la cultura ancestral a través de la educación, la salud y la música. "Pupila de mujer, mirada de la tierra" es una historia de vida hecha road movie, donde la protagonista es la creadora del relato.

Ficha Técnica:
"Pupila de mujer, mirada de la tierra"
Duración: 52 minutos
Formato: HD
Género: Documental

Dirección: Flor Copley
Guión: Moira Millán y Flor Copley
Producción Ejecutiva: Mario E. Levit y Leonardo Hussen
Asistencia de Dirección: Gabriela Uassouf
Dirección de Fotografía: Andrés Campos
Cámara: Andrés Campos y Juan Camilo Fleing
Jefe de Producción: Daniel Bazán
Montaje: Sebastián Deus y Flor Copley
Dirección de Sonido: Gino Gelsi
Sonido Directo: Martín Vaisman
Música: Anahí Mariluan
Gráfica: Constanza Fontclara
Prensa: Victoria Richter

Información:
Facebook: Pupila de mujer, mirada de la tierra
http://www.facebook.com/PupilaDeMujerMiradaDeLaTierra
Email: pupilademujer@gmail.com
Sitio web DocTV: http://www.doctvlatinoamerica.org/es
Categoría:

Cine y animación
Licencia:

Licencia de YouTube estándar

Asesinato de Pablo Neruda


Ellos son nosotros


Pablo González Casanova, Luis Villoro y Gilberto López y Rivas
 
El movimiento de los mayas zapatistas encabezado por el EZLN se ha convertido en un referente nacional y mundial por sus logros en la construcción de procesos autonómicos que se fundamentan en los principios de una democracia participativa en la que se manda obedeciendo los acuerdos de las comunidades, en la que el gobierno se concibe como un servicio en el que todos y todas tienen responsabilidades que cumplir, en la que el bien de la colectividad es su objetivo y razón de ser y en el que se respetan todas las creencias religiosas.

A partir de una dignidad recobrada, que se refrenda diariamente, las juntas de buen gobierno y los gobiernos autónomos municipales han logrado avanzar de manera notable en rubros importante como la salud, la educación, la producción y comercialización de productos comunitarios, bajo una perspectiva autosustentable y redistributiva. En un contexto de emergencia nacional causada por el mal gobierno al servicio del capital y el imperialismo mundial encabezado por Estados Unidos, las experiencias zapatistas y las de otros pueblos indígenas que en la geografía del país optaron por la autonomía, constituyen el otro polo equidistante a los saldos de miseria, muerte, entreguismo y represión que deja el sexenio que termina y los malos augurios del que inicia por medio del fraude y la imposición.

Esta otra forma de ejercer el poder, practicar la política y asumir formas de convivencia social solidarias se ha desarrollado a pesar del acoso permanente de una estrategia de Estado basada en la recolonización de los territorios para apoderarse de sus recursos, en la contrainsurgencia, el cerco de penetración militar y policial, los intentos sistemáticos de cooptación, infiltración y provocación, y si todo esto no funciona, la acción directa de grupos paramilitares que golpean a mansalva a las comunidades, que invaden sus tierras liberadas, queman y destruyen casas, escuelas, clínicas, cosechas y enseres, que provocan el desplazamiento de sus poblaciones y que se arrogan, en suma y gozando de impunidad, el papel del martillo clandestino estatal sobre el yunque del Ejército, siempre omnipresente, y la gestión facciosa del Poder Judicial, presto para criminalizar a zapatistas y a integrantes de sus bases de apoyo. Conocemos de los ataques y hostigamientos a partir de las denuncias de las juntas de buen gobierno de Morelia (en especial el ejido Moisés Gandhi), La Realidad y Roberto Barrios, y en particular, las acciones de contrainsurgencia contra la comunidad autónoma zapatista Comandante Abel, del municipio autónomo La Dignidad, que se encuentra sitiada por paramilitares y policía estatal, en un modus operandi que muestra la complicidad y vinculación directa entre paramilitarismo y las fuerzas represivas del Estado.

Esta agresión a las comunidades mayas zapatistas ya ha sido denunciada en los ámbitos nacionales e internacionales por diversos colectivos, gremios y organizaciones que consideran como propios los alcances civilizatorios de sus procesos autonómicos y de sus propuestas para el rescate-reconstrucción de una nación donde quepamos todos y todas y de una lucha anticapitalista basada en la participación colectiva y protagónica de los explotados, discriminados y oprimidos que abajo y a la izquierda resisten el control y la dominación de los trabajadores, que se suman a la lucha de los pueblos contra la ocupación integral de sus territorios y recursos, que denuncian el vaciamiento y el descrédito de una democracia tutelada por la dictadura mediática, los poderes fácticos y el crimen organizado dentro y fuera del mal gobierno.

Estos colectivos que acompañan a los mayas zapatistas y a su Ejército Zapatista de Liberación Nacional sienten también en carne propia la acometida del Estado mexicano por medio de sus fuerzas armadas y sus paramilitares en contra de los municipios autónomos, en el entendido que ellos son nosotros, que no han estado ni están solos, que si tocan a uno nos tocan a todos.

No hacer caso de las palabras de indignación de quienes en la nación y en el mundo entero nos solidarizamos con nuestros hermanos zapatistas y reclamamos el cese inmediato de la embestida criminal es un acto más de violencia suprema contra México y contra la humanidad.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

...de Raíz Luna. Hilos de cielo: maquilas y abusos en Tehuacán



"Un pueblo sin raíz, siempre camina dando tumbos" 
Mardonio Carballo

No consuman basura

Imagen tomada de El Blog Incomodo

martes, 18 de septiembre de 2012

Víctor Jara, fue asesinado el 16 de septiembre de 1973




Yo no canto por cantar
ni por tener buena voz
canto porque la guitarra
tiene sentido y razon,
tiene corazon de tierra
y alas de palomita,
es como el agua bendita
santigua glorias y penas,
aqui se encajo mi canto
como dijera Violeta
guitarra trabajadora
con olor a primavera.

Que no es guitarra de ricos
ni cosa que se parezca
mi canto es de los andamios
para alcanzar las estrellas,
que el canto tiene sentido
cuando palpita en las venas
del que morira cantando
las verdades verdaderas,
no las lisonjas fugaces
ni las famas extranjeras
sino el canto de una alondra
hasta el fondo de la tierra.

Ahi donde llega todo
y donde todo comienza
canto que ha sido valiente
siempre sera cancion nueva.

lunes, 17 de septiembre de 2012

sábado, 15 de septiembre de 2012

Que México Viva


La Jornada del Campo


Cuando se oye ladrar los perros

Armando Barta*
 
Después de tantas horas de caminar sin encontrar ni una sombra de árbol, ni una semilla de árbol, ni una raíz de nada, se oye el ladrar de los perros. Uno ha creído a veces, en medio de este camino sin orillas, que nada había después; que no se podía encontrar nada al otro lado, al final de esta llanura rajada de grietas y de arroyos secos. Pero sí, hay algo. Hay un pueblo. Se oye que ladran los perros y se siente en el aire el olor a humo, y se saborea ese olor de la gente como si fuera una esperanza.
Juan Rulfo. Nos han dado la tierra

Del latín: popolum, pueblo significa a la vez el sitio y la gente: vivimos en pueblos y somos pueblo, afortunada dualidad semántica porque en verdad las personas y sus caseríos somos la misma cosa.

Los pueblos son más que sus calles, sus plazas, sus árboles, sus perros… los pueblos son memoria, son recuerdos coagulados. De viejas historias contadas y vueltas a contar se hacen los pueblos. Y también se hacen de esperanzas: los sueños de sus habitantes son la argamasa con que se van construyendo los pueblos. Los pueblos se siembran, como las milpas, como las personas.

Hay pueblos arracimados, pueblos calle, pueblos circulares que rodean una plaza, pueblos estrella con puntas en varias direcciones, pueblos que son como una nebulosa de casas dispersas.

Pero esto se aprecia desde arriba, desde los aeroplanos. El caminante reconoce los pueblos por sus olores. Apenas vislumbramos el caserío y ya nos saluda el aroma a humo de ocote; luego el olor a tierra mojada, el olor a alfalfa recién cortada, el olor a elotes tatemados; el tibio olor de las vacas, el picante olor a mierda de los chiqueros, el entrañable olor a pan recién horneado…

Y también sus rumores, sus sonidos: el coro de los zanates en la mañana y al atardecer; los perentorios repiques de campana; el tronido de los cohetes que anuncian la fiesta del santo, la boda, el entierro del difunto; las canciones y avisos del sonido, que vienen de cuando no había celulares ni Internet y se mantienen porque a los pueblos les gusta tener fondo musical; el ladrar de perros; los desolados lamentos del puerco al que van a degollar… El viento no se escucha igual en el bosque, en el llano pelón y polvoriento o en medio de la milpa, que entre las casas del pueblo.

En los pueblos las relaciones sociales tocan tierra y cobran materialidad. Nuestro pueblo es a la vez cotilleo de viejas y bulla juvenil, permanencia y cambio, sujeción y libertad: la inercia de la costumbre y el vuelo de la novedad hechos caserío.
Los pueblos, escribió el checo Karel Kosik, “no son espacios sino sucesos, son acontecimientos situados. El hombre que está ligado a tal lugar participa del acontecer en el que se decide el destino de la libertad, de la belleza de la poesía. En esta atadura a un sitio, el hombre se hace responsable de los acontecimientos que allí ocurren”.
Pero no todo son pueblos, también hay urbanizaciones, y las urbanizaciones son lo opuesto de los pueblos. Porque los pueblos se hacen poco a poco y entre muchos, mientras que las urbanizaciones brotan de repente y las concibe uno solo o, peor aún, las diseña un impersonal “despacho”. Las urbanizaciones resultan de un método, los pueblos resultan de la vida. Los pueblos contienen sabiduría, las urbanizaciones contienen cálculos y planos constructivos. Las urbanizaciones se usan, los pueblos se habitan.

Es cierto que “hay pueblos que saben a desdicha”, como decía Rulfo, y que los hay vacíos: pueblos fantasma, que les dicen. Pero hasta un pueblo abandonado está más vivo que una urbanización. Porque en los pueblos verdaderos viven los vivos pero igual viven los muertos.

Karel Kosik decía que “la arquitectura moderna reproduce los cimientos antiarquitectónicos de la época moderna, edificando anticiudades, que son sucedáneos de espacios de convivencia”. Y estas anticiudades pueden estar en suburbios periurbanos o ser lo que en México llaman “ciudades rurales”.

Hace casi 40, en mis recorridos tabasqueños por un malhadado desarrollo agropecuario dizque colectivista llamado Plan Chontalpa, me tocó conocer a las abuelitas de las modernas “ciudades rurales”. Eso escribí entonces en el número 4 de la revista Cuadernos Agrarios:
La Comisión del Río Grijalba había diseñado un plan que comprendía la creación de 22 poblados –uno para cada ejido– dotados de todos los servicios y con nuevas y flamantes construcciones cuyo diseño se había encargado a los arquitectos. Pero lo importante del plan residía en su carácter de experiencia piloto (…) Esta política de urbanización correspondía a las convicciones de Carlos Molina (director de la Comisión): “Las soluciones al problema de la vivienda campesina deben ser radicales (…) evitando criterios transicionistas o dilatorios”. Esto significaba que se debía abandonar toda gradualidad en la sustitución de las poco funcionales e insalubres construcciones de palma, por modernas viviendas de material diseñadas por los arquitectos. No quiero pecar de transicionista o de dilatorio y acepto que quizá es posible el paso sin mediaciones de la choza tradicional a la vivienda “moderna”, lo es dudoso es que las construcciones diseñadas por los arquitectos tuvieran algo de funcional. Los planos fueron elaborados sin tomar en cuenta, ya no digamos los gustos de los campesinos, sino incluso los más elementales factores climáticos de la región. Consecuentemente en la temporada calurosa las casas son un horno y las familias tienen que cubrir con guano los flamantes techos de concreto. Otros simplemente han construido sus tradicionales viviendas de palma en el patio trasero y emplean como bodega las edificadas por la Comisión.

Los pueblos verdaderos son condensación de significados donde cada piedra, cada muro, cada banca del parque cuenta una historia. Pero son también residencia de la soberanía, porque el poder popular se ejerce donde se vive, es una potencia asentada, afincada, territorializada.

Tomando de Santo Tomás la idea de “ley natural” como expresión de la voluntad divina, teólogos como el granadino Francisco Juárez (1548-1617) consideraban que el auténtico “sujeto de derecho” es la comunidad, no el gobernante sino el pueblo, de modo que el depositario del derecho no es el que habita en el castillo sino los que viven en la aldea. Decía el jesuita italiano Roberto Belarmino (1542-1621) que “el poder pertenece al pueblo”, lo que en términos espaciales significa que el poder radica en el caserío y en la asociación libre de caseríos.

En 1965 el guerrerense Lucio Cabañas ‑maestro rural que por protestar contra el autoritarismo de la directora de la escuela primaria de Atoyac de Álvarez era perseguido por el gobierno– se adentra en la Sierra iniciando el proceso organizativo cuyo saldo será la conformación de un grupo armado.

Con una columna rebelde que entre permanentes y transitorios movilizaba alrededor de 250 combatientes, los insurrectos de Atoyac conformaron la mayor guerrilla de base campesina que se haya integrado en México después de la Revolución y hasta el alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). 

¿Qué le permitió al que llamaron el Partido de los Pobres mantenerse alzado entre 1972 y 1974 y resistir más de 16 incursiones militares? Lucio lo cuenta en grabaciones, que conocemos porque cayeron en manos del ejército, donde explica que todo consistió en “hacer pueblo”.

Y “hacer pueblo” significaba transformar las aldeas de la sierra en sustento territorial del “poder popular”. Desde 1965 y durante siete años, un pequeño grupo de rebeldes se dedicó a recorrer los ranchos y caseríos remontados, hablando con la gente y formando “comités clandestinos”. Y fue gracias a estas bases de apoyo que los guerrilleros pudieron moverse por el “filo mayor” como “pez en el agua”.

“Hacer pueblo”, ayudar a transformar a los aldeanos que habitan un caserío en verdaderos sujetos de derecho, en núcleos de poder plebeyo, es clave universal de la organización popular y palanca de todos los movimientos sociales duraderos. Porque el poder de los de a pie, aun de los citadinos, radica en el caserío rural o urbano: en el sitio donde nacemos y donde morimos, en el lugar donde habitamos.

* http://www.jornada.unam.mx/2012/09/15/cam-perros.html

Por la soberanía nacional con los trabajadores

Pablo González Casanova*
 
En la crisis que vivimos se hace cada vez más necesario asociarse para defender los derechos de los trabajadores, de los campesinos, de los pueblos indios, de los empleados y, sobre todo, de las juventudes. Es necesario unirse en torno a un proyecto de lucha por la soberanía nacional, por los recursos nacionales y por los derechos sociales, culturales, políticos y económicos que los gobiernos neoliberales les han ido conculcado y que pretenden seguirles arrebatando, con un partido de Estado disfrazado de varios partidos con distintos nombres y la misma política de recolonización de México.
 
Empecemos por no ocultarnos las verdades dolorosas que vivimos. México está importando maíz, gas y gasolina. Es como si Bolivia importara papas, Argentina carne y Francia perfumes.

Estamos por sufrir un nuevo despojo del petróleo, que todavía es fuente de una proporción muy alta de los ingresos fiscales y que era el más preciado patrimonio nacional.

Estamos aumentando cada vez más la inmensa deuda pública, que un día nos van a cobrar los shylocks trasnacionales en condiciones peores que las de España, Italia o Grecia.

Nos seguimos endeudando, tanto en forma rápida y furiosa como lenta y calmada, pero abiertamente impune, todo para comprar armas y mercancías que, lejos de servir a la producción y el desarrollo, inflaman la destrucción y el genocidio nacional, y se usan para pagar las importaciones de maíz y petróleo, antes símbolo y fuerza de nuestra soberanía alimentaria y energética, y garantía, con el Ejército, de la seguridad nacional.

Estamos asignando cada vez menos recursos a la educación y a la investigación científica y humanística, como si el proyecto fuera hacer de México y de su juventud y su niñez un país tan miserable como los más miserables de la Tierra, fuente de explotación de una fuerza de trabajo descalificada, base de dominación de un país de hombres y mujeres perdidos en la ignorancia y en el basurero de desechos de la industria del norte.

Estamos viviendo la crisis de un sistema político y de una clase política que entre la ceguera, el oportunismo y la corrupción priva más y más a los ciudadanos, a los trabajadores y a los pueblos de México de los recursos legales necesarios para luchar y negociar. Y que ahora nos anuncia nuevas medidas por las que pretende privatizar y desnacionalizar aún más la riqueza del petróleo y arrebatar a los trabajadores los derechos que lograron tras una revolución en la que dieron la vida más de un millón de hombres y mujeres, de jóvenes, de niñas y de niños.

Y mientras esto ocurre, la desregulación de los trabajadores se da sin cesar, la depauperación de los campesinos hace que millones padezcan sed y hambre, y es creciente el asedio a los pueblos indios, en especial a los zapatistas, que tratan de construir uno de los proyectos autosostenibles más avanzados y democráticos de la tierra.

Al mismo tiempo las corporaciones mineras y agroindustriales despojan a los habitantes de sus territorios y recursos, empleando cuanto medio es necesario, incluido el terror que por todas partes siembran junto con el megacomercio del narco y con el lavado de dinero de la gran banca de Georgia, de las Islas Caimán y de Wall Street.

Salir de los infiernos que las corporaciones construyen y en los que muchos centroamericanos y mexicanos viven resulta cada vez más difícil, pues a la gran muralla que el gobierno estadunidense levantó para impedir un peligro por sus estrategas previsto, se añaden las matanzas y desapariciones colectivas de braceros mexicanos y centroamericanos que no alcanzan a llegar con vida a la frontera.

Muchos de estos y otros males afectan al conjunto de la nación. Corresponden a algo más que un modelo de desarrollo: son resultado de la política neoliberal y globalizadora de las corporaciones y complejos que dominan el mundo, encabezados por Washington y Wall Street, hechos innegables y ampliamente comprobados, que están haciendo víctimas crecientes hasta en su propio país.

Reconocer la inaceptable realidad en que vivimos, y cobrar conciencia de lo que signfica para nosotros y para nuestros descendientes el futuro que les preparan, es tan necesario como formular un programa mínimo de defensa de los derechos de los trabajadores, de los pueblos, y de los ciudadanos que, uniéndose en torno a la lucha por recuperar y consolidar la soberanía nacional, fortalezca al estado de derecho e impida la criminalizacion de los trabajadores, de los ciudadanos y de los pueblos que defienden sus legítimos derechos y su libertad.

Una nueva lucha por la independencia, una nueva lucha por la democracia real de un pueblo en verdad soberano, tiene que articular a los trabajadores industriales, agrícolas y de servicios, a los hombres, mujeres, niños y niñas, a los asalariados y no asalariados, regulados y desregulados, precarios, excluidos, desplazados. Tiene que articularlos a todos ellos y proponerse practicar la comunicación, la información, el diálogo y la acción concertada en una organización que junte las redes de los colectivos presenciales y a distancia, y que abarque al conjunto de la nación, vinculando a sus habitantes con los de América Latina y con los del mundo para la lucha por la vida y la libertad. Esa gran organización tendrá que cultivar una vigorosa moral de lucha y de solidaridad, y una voluntad colectiva a la que caracterice la lucidez y la firmeza para defender y decidir el futuro del México y del mundo que queremos, y que podemos hacer… ¡que haremos! ¡y que sin duda ustedes harán!

* Mensaje leído en la sexta Conferencia Sindical Nacional

jueves, 6 de septiembre de 2012

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Tragedia, frivolidad, justicia


Adolfo Gilly
Foto
Adolfo Gilly, Trinidad Ramírez, Joel Ortega, José (de Cherán) y Luis Hernández Navarro, durante el foro Diálogo académico y con la sociedad civil sobre el contrainforme, celebrado en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de MéxicoFoto Yazmín Ortega Cortés
 
1. Tragedia
 
Monseñor Raúl Vera, obispo de Saltillo, en su incansable clamor por la justicia, dice hoy en La Jornada que el gobierno de Felipe Calderón se va con cerca de cien mil cadáveres espacidos por todo el territorio, decenas de fosas clandestinas, cerca de cuarenta mil desapariciones forzadas, doscientos mil desplazados, encarecimiento de los alimentos, fuga de capitales y venta de empresas mexicanas al capital extranjero.
Esta tragedia mexicana no es un azar del destino. Tiene al menos dos propósitos.
Uno, contribuir a mantener una de las industrias de exportación más rentables, el narcotráfico, y con ella las redes financieras locales e internacionales que la sirven, la encubren y sacan de ella sus propios y grandes beneficios.
El otro, sembrar el miedo, la indefensión y la desorganización en el pueblo mexicano para imponer las llamadas reformas estructurales, cuyo objeto es terminar de convertir en valor de cambio, en mercancías, en fuente de dinero para pocos y no de disfrute y vida para todos, nuestros trabajos, nuestra educación, nuestra salud, nuestras vidas y todas las riquezas naturales de México: las tierras, las aguas, los bosques, el suelo y el subsuelo y hasta el aire mismo con sus plantas eólicas.
De la indignación moral contra esta tragedia nació en la Ibero, el viernes 11 de mayo de 2012, el #YoSoy132. Otra vez los estudiantes se aparecieron a desordenar lo que bien planchado estaba y a informar lo que estaba desinformado. ¡Caramba y zamba la cosa, que vivan los estudiantes!, cantaba Violeta Parra.
¡Bienvenidos sean, y larga y sorpresiva vida al movimiento y a su inventiva!

2. Frivolidad

Mientras los estudiantes, lo mismo que Javier Sicilia y los movimientos que se organizan y actúan en todo el territorio nacional –Cherán, Atenco, Wirikuta, la Policía Comunitaria, las Juntas de Buen Gobierno zapatistas, los mineros, los electricistas y tantos y tantos más– enfrentan esta tragedia cada uno en su lugar y con su modo, la respuesta desde los gobiernos es la frivolidad y la amenaza, y desde muchos políticos el desconcierto y el pasmo.
El primer mensaje de Enrique Peña Nieto como presidente entrante, ante el escenario de destrucción que el que se va nos deja, es un discurso frívolo. Por eso mismo es conveniente tomarlo en serio. Mencionaré aquí tres de sus propuestas.
Nos dice Enrique Peña Nieto que se propone transformar una democracia esencialmente electoral en una democracia de resultados. Como ustedes bien saben por sus estudios, el pragmático y empresarial atributo resultados nada tiene que ver con el sustantivo democracia. Es un vocablo del pensamiento empresarial. Claro y coherente era, en cambio, el lema del Plan de Ayala, cuya demanda republicana fue libertad, justicia y ley. Sigue vigente para todos nosotros.
Tenemos playas, mares y litorales, tenemos valles y extensas planicies que deben ser espacios de verdadera oportunidad para nuestra gente, dice después ese mensaje.
México cuenta con bellezas naturales y culturales suficientes para convertirse en potencia turística global.
Sí, todo eso existe en México y es patrimonio común de vida y disfrute del pueblo mexicano, y no un espacio de verdadera oportunidad para muchos o para alguno. Espacios de oportunidad es lenguaje empresarial, amenazante para esos bienes nuestros que ahora los ven como nuevos espacios de despojo.
Más claro aún: esas bellezas naturales, dice Peña Nieto, permitirán a México convertirse en una potencia turística mundial. El sustantivo potencia se da de patadas con el adjetivo turística, pero esto es lo menos. Lo de más es que el presidente entrante se propone poner a la venta ese patrimonio y convertir a la naturaleza en valor de cambio en el mercado y no en valor de uso, de vida y de disfrute de los habitantes de la nación mexicana.
Enrique Peña Nieto también nos dice que vamos a ser protagonistas globales, preparando y educando a las nuevas generaciones para triunfar en cualquier lugar del mundo. Es la propuesta de un funcionario que no sabe el precio de la tortilla y del boleto de Metro ni el monto de los salarios mínimos ni los terribles índices de la pobreza ni los estragos de la guerra de Calderón.
La idea de educar a los jóvenes mexicanos para triunfar en cualquier lugar del mundo parece surgida de la mente de un publicista de universidad patito. Conocemos los índices de exclusión educativa a nivel universitario: los cientos de miles de jóvenes que, teniendo derecho y capacidades, no tienen acceso cada año a la educación superior; y las enormes deficiencias en recursos, instalaciones y hasta nutrición de la educación primaria y secundaria.
¿Cómo puede el nuevo presidente hablar de educar para triunfar en cualquier lugar del mundo? Ustedes, estudiantes, lo saben bien: está hablando para una juventud dorada de hijos de ricos, esos que nos llaman la prole y creen que el título se paga, no que se alcanza con trabajo, estudio, tenacidad y experiencia aprendida en la práctica del conocimiento.
Este es el pensamiento frívolo del presidente que nos han heredado una elección comprada y la falsa justicia de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Este es, en efecto, un tipo de democracia que en verdad da resultados, dirán los miembros del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, uno de cuyos empleados bien podría haber escrito este primer mensaje presidencial.

3. Justicia

El Movimiento Progresista tiene razón en denunciar el fraude e impugnar ante la justicia la validez de la elección presidencial. Tiene razón también en señalar la prevaricación del alto tribunal electoral. Lo que no resulta tan coherente es por qué sólo se impugna la elección presidencial y se dan por válidos todos los demás resultados de la jornada electoral, falseados por la misma operación de compra de votos y de coacción clientelar de los votantes. Es desafiar a medias y aceptar a medias el resultado del fraude.
Pero más allá de esta incongruencia, que como ya sucedió en 2006 deja abierta una línea de falla y de litigio, un hecho es evidente: quienes con razón reclamaron su derecho ante la justicia electoral no encontraron jueces probos ni justicia legítima.
Pero ¿encuentran esa justicia los mexicanos y las mexicanas cada vez que son victimas de una agresión, un agravio, un despojo, una violación, un crimen de sangre o un atropello pequeño o grande de la autoridad? ¿Encuentran justicia en un país ocupado por sus propias fuerzas armadas? ¿Tienen a quien acudir las víctimas de la tragedia de este sexenio funesto?
El clamor de justicia en México es inconmensurable. Piden justicia Cherán, Ayotzinapa, Guerrero entero, Veracruz, Chihuahua y todos los estados de la dolida geografía mexicana. Piden justicia los movimientos indígenas y campesinos. Piden justicia los zapatistas y el entero pueblo chiapaneco, los pobladores de Cherán y de Atenco, los trabajadores despedidos, las víctimas de las catástrofes mineras, los cientos de miles de víctimas del terror desatado por Felipe Calderón y los suyos.
Justicia es un clamor nacional que en la desvaída campaña electoral sólo se empezó a escuchar de verdad ese viernes 11 de mayo, cuando ustedes en la Ibero, al grito de Atenco no se olvida, se rebelaron contra la represión, la injusticia y la mentira.
La justicia no empieza por la promesa escrita en un programa, sino por la denuncia, la indignación y la pelea en los casos de la vida real, poniendo el cuerpo y alzando el grito en la denuncia.
La justicia empieza por el conocimiento y la divulgación de la injusticia. Empieza por conocer, saber e informar al país cada injusticia, como lo han hecho quienes han asumido como personas o como organizaciones esa ardua tarea. La ausencia de justicia está encubierta y legitimada por el monopolio de la información. Antes que esos jueces infidentes, Televisa y TV Azteca son los fabricantes y los encubridores de la injusticia.
El gran malentendido del inicio de la campaña electoral con el apretón de mano a Joaquín López Dóriga y con él a su empresa, fue roto por ustedes ese 11 de mayo y con todo lo que después vino en las calles y plazas. La temporada electoral culminó en el cerco estudiantil a Televisa. Así cambiaron el panorama de la elección y hasta sus cifras finales.
Esa es conquista del movimiento estudiantil. No salió a pelear por partidos y promesas sino contra el escudo de la injusticia: Televisa y TV Azteca, el monopolio de la información, la expropiación del conocimiento, la mentira organizada y tecnificada. Es la enseñanza más preciosa del movimiento: saber, conocer, investigar, denunciar e informar al pueblo la injusticia y la depredación de esos que usurpan el gobierno y ejercen el poder.
Tenemos ahora por delante una embestida contra nuestros derechos y nuestras vidas que ya se apresuró a desatar Felipe Calderón con su proyecto legal de desmantelamiento de los derechos y conquistas de los trabajadores y sus organizaciones. Promete además Enrique Peña Nieto reforma energética: privatización abierta o encubierta de Pemex y el petróleo, propiedad inalienable de la nación, y apertura del territorio a la depredación de la megaminería; reforma fiscal: IVA a alimentos y medicinas, exenciones impositivas a los ricos; reforma educativa: exclusión para unos y privatización para otros, esos que, dice él, van a triunfar en cualquier lugar del mundo. Ante estos desafíos está hoy el movimiento #YoSoy132.

* * *

No se trata en cada movimiento de hacer un programa nacional, unos estatutos, una institucionalización. Son tareas de otros. Es mejor y más vivaz mantener el alerta y la pronta respuesta y, en medio de la vida de estudio, trabajos y disfrute que nos reúne, hacer propias las grandes causas de este pueblo; disputar cada día la información; usar la cultura y los conocimientos científicos y tecnológicos que las universidades nos dan, no para triunfar en cualquier lugar del mundo, sino para enfrentar y desconcertar a los agentes y los voceros de la injusticia y el despojo, y para defender y difundir todas y cada de las causas de la justicia y la libertad.
Auditorio Narciso Bassols, Facultad de Economía, UNAM, 4 septiembre 2012.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Velando armas


Gustavo Esteva

En la célebre alegoría, ningún cortesano se anima a reconocer que el emperador está desnudo. Todos pretenden lo contrario. Basta decir la verdad para que la superchería se desmorone.

Se desmoronó la superchería de nuestra democracia. De nada servirá negarlo. El documento del Trife no arropará a Peña. Tampoco lo lograrán la "fiesta de la democracia" del PRI y los medios o los sesudos artículos que publicará Nexos para defender "la más limpia, concurrida y vigilada de las elecciones en México". Ningún cosmético puede ya ocultar la peste de nuestro cadáver democrático.

Como anunció Luis Hernández, llegó la hora cero para el #YoSoy132. Y la empezó bien: una marcha-funeral. El ataúd no simbolizaba la muerte de las instituciones de gobierno, que siguen en operación. Llevaba el cadáver que los jóvenes contribuyeron a producir: la credibilidad del sistema.

Para que funcione la democracia formal los ciudadanos deben creer en ella, creer que ellos eligen con votos libres e informados a sus gobernantes y que esos representantes están a su servicio. Esta institución fue siempre débil en México. Todos sabíamos quién definía el candidato, cómo obtenía sus votos el PRI, qué eran las elecciones… Pura simulación. Pero cuando Salinas dio a la oposición política más concesiones que en los 50 años anteriores, tres semanas después del alzamiento zapatista, se propaló la ilusión de que los ciudadanos podían intervenir en el proceso. Esa ilusión nos costó ya las desgracias llamadas Fox y Calderón. El ataúd que portaban los jóvenes la está enterrando. Nos consta ya que no contamos. Ni siquiera quienes están entre los 19 millones que habrían votado por Peña piensan que de ellos dependió el resultado.

El ataúd contiene algo más. Sabemos también que los procedimientos llamados democráticos producen despotismo. La ropa que están poniendo a Peña no sólo pretende cubrir su falta de legitimidad. Busca encubrir también el carácter despótico del régimen que encabezará, al servicio del uno por ciento, que hemos padecido por demasiados años.

La lucha dejó ya atrás el lodo electoral. Tiene ahora que ocuparse de alterar nuestro régimen de gobierno, apelando al principio constitucional del artículo 39. Si bien se trata de restablecer el estado de derecho, roto desde el poder, no es cosa de volver al que estaba, sino de crear otro nuevo.

Es la hora de la resistencia. Como nos han enseñado los zapatistas, que sea pacífica no significa pacifismo, el cual encierra rendición o cobardía. Significa renunciar a la violencia, sin separar medios de fines y reconociendo que la forma de la lucha prefigura el resultado que se busca.

Como también nos han enseñado los zapatistas, es una resistencia creativa que pone el empeño donde debe estar. No se empieza a construir la nueva casa desde el techo. Comenzamos en los cimientos, abajo y a la izquierda, en las esferas de la vida cotidiana, en la construcción de autonomía, en formas propias de gobierno. Como dicen en el 132, se trata de "tomar la política en nuestras manos"; es cosa de "tomar las riendas de nuestro destino", dijeron esos mismos jóvenes desde Oaxaca. Todos saben ya que las respuestas sólo pueden venir del "pueblo organizado", no de la élite; la democracia sólo puede estar adonde la gente está, no allá arriba. Saben igualmente que no será fácil, pero están conscientes de que no hay más opción que des-Peñarse. Lejos de ser salto al abismo, es la forma de no caer en él.

En la ebullición del día, corren todas las iniciativas. Se dice, por ejemplo, que en vez de seguir tocando puertas para que unos cuantos jóvenes logren cruzarlas, podría darse la formación profesional que buscaban todos los "rechazados"mediante la organización autónoma, la misma que enfrentará asuntos de comida –sin esperar la imposible conversión moral de Monsanto o Wal Mart– o de salud, atrapada en una dictadura profesional de negociantes de la enfermedad.

González Rojo recordó recientemente que "en el seno de lo viejo se genera lo nuevo" y que la nueva sociedad no es proyecto para mañana, tras un cataclismo que produzca el cambio; es "asunto de todos los días, en todas partes. Si nos empeñamos en generar lo nuevo dentro de los marcos del mundo obsoleto y criminal que nos ha tocado vivir, podremos ir, saltando, al otro mundo que es posible".

Es hora de actos revolucionarios, tiempo de acometer transgresiones que establezcan irrevocable y significativamente nuevas posibilidades.

Resistir hoy significa ante todo que no estamos ya gobernados por los de arriba y que abajo, organizados, empezamos ya la creación de una nueva forma de vida y de gobierno. Nada más, pero nada menos.

gustavoesteva@gmail.com