(Extractos de Varios Autores)
En Guatemala, al igual que en toda América Latina, la universidad pública ha venido siendo seriamente castigada en estas últimas décadas de predominio privatizador y abierto discurso neoliberal. El avance de la educación superior privada ha sido arrollador. En Guatemala, por ejemplo, para una población donde el 25% aún es analfabeta, existen 11 casas de estudio superior privadas, junto a la tradicional Universidad de San Carlos, la única estatal, ya largamente tricentaria, que otrora conociera días de gloria. Días, por cierto, que van quedando en la historia. En estos momentos, del 5% del presupuesto general ordinario de la nación que debe recibir constitucionalmente, se destina sólo el 2.3%. Su situación, al igual que sucede con prácticamente todas las universidades estatales en Latinoamérica, es bastante precaria, y hoy por hoy, con perspectivas de seguir empeorando. Luego de la represión y vaciamiento académico que sufriera años atrás, en el peor momento de las guerras sucias que ensangrentaron todos los países de la región, ha quedado estancada. No ha sido privatizada de derecho; pero sí de hecho. El discurso empresarial se instaló en su interior, y toda conspira contra su mandato constitucional de “cooperar al estudio y solución de los problemas nacionales”.
Ante esta situación un grupo de 150 estudiantes, con apoyo de varios miles más que no participan en forma directa, constituyeron la Asociación Estudiantes por la Autonomía -EPA- tomándose las instalaciones del campus universitario como forma de protesta; y desde hace una semana, un grupo de 5 de estos jóvenes comenzó una huelga de hambre como profundización de la misma ante la falta de respuesta del Consejo Superior Universitario a sus demandas. El disparador concreto de la toma fue una maniobra legal que les cerró la posibilidad de participar en la elección de sus propios representantes. Pero eso, presentado por la prensa como el motivo final de sus exigencias, es sólo una pequeña arista el problema en juego. Hay mucho más tras las protestas que levantan. Más allá de la criminalización de que están siendo objeto, presentándoseles como un grupo violento y sin perspectivas transparentes, hay una firme convicción político-ideológica y claridad en sus planteamientos.
Hoy 07 de septiembre se cumplen 13 días en huelga de hambre. Los efectos se van sufriendo en su aspecto físico, en desmayos repentinos en trastornos gástricos, en dolor. Pero firmes en el paso de lograr que sus peticiones sean escuchadas y resueltas positivamente por el Consejo Superior Universitario.
Ante esta situación un grupo de 150 estudiantes, con apoyo de varios miles más que no participan en forma directa, constituyeron la Asociación Estudiantes por la Autonomía -EPA- tomándose las instalaciones del campus universitario como forma de protesta; y desde hace una semana, un grupo de 5 de estos jóvenes comenzó una huelga de hambre como profundización de la misma ante la falta de respuesta del Consejo Superior Universitario a sus demandas. El disparador concreto de la toma fue una maniobra legal que les cerró la posibilidad de participar en la elección de sus propios representantes. Pero eso, presentado por la prensa como el motivo final de sus exigencias, es sólo una pequeña arista el problema en juego. Hay mucho más tras las protestas que levantan. Más allá de la criminalización de que están siendo objeto, presentándoseles como un grupo violento y sin perspectivas transparentes, hay una firme convicción político-ideológica y claridad en sus planteamientos.
Hoy 07 de septiembre se cumplen 13 días en huelga de hambre. Los efectos se van sufriendo en su aspecto físico, en desmayos repentinos en trastornos gástricos, en dolor. Pero firmes en el paso de lograr que sus peticiones sean escuchadas y resueltas positivamente por el Consejo Superior Universitario.
Cada vez más organizaciones sociales se suman a la lucha porque se entiende que la universidad es del pueblo y es la única pública pero que hoy por hoy sus autoridades denominadas Consejo Superior Universitario, no quieren defender la autonomía por el derecho a la educación superior.
Todas las organizaciones sociales de apoyo han constituido LA COORDINADORA EN DEFENSA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA, AUTÓNOMA Y POPULAR, integradas por las siguientes organizaciones:
1. GRUPO DE EXDIRIGENTES ESTUDIANTILES
2. SINDICATO UNIDAD MAGISTERIAL POR EL CAMBIO
3. SINDICATO DE LA MUNICIPALIDAD DE CHIMALTENANGO
4. ESTUDIANTES ESCUELA DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS
5. ASOCIACIÓN DE EXDIRIGENTES ESTUDIANTILES -REDES 89-
6. CENTRO PARA LA ACCIÓN LEGAL ENDERECHOS HUMANOSA –CALDH-
7. GRUPO DE DOCENTES Y TRABAJADORES DE LA USAC
8. COMUNIDAD ESTUDIANTIL NO’J
9. COORDINADORA DE DOCENTES ALTERNATIVOS –CDA-
10. UNAMG
11. COORDINADORA NACIONAL DE COMUNIDADES NORMALISTAS CNCN
12. PRFESORAS DEL INSTITUTO CENTRAL PARA VARONES
13. PLATAFORMA URBANA
14. COMITÉ DE UNIDAD CAMPESINA –CUC-
15. ASAMBLEA NACIONAL DE JÓVENES DE GUATEMALA –ANJG-
16. FUNDAJU
17. SECTOR DE MUJERES
18. CONGCOOP
Además existen otras organizaciones aun no integradas en esta coordinadora pero han manifestado el apoyo al movimiento estudiantil por la Autonomía Universitaria:
• Consejo de Organizaciones de Desarrollo –COINDE-
• Colectivo de Organizaciones Sociales –COS-
• Frente Popular
• Frente Nacional de Lucha –FNL-
• Frente Anti Reformas Oligárquicas –FARO-
• Estudiantes de la Escuela de Historia en Asamblea
• Sindicato de Trabajadores Universitarios de la San Carlos, STUCS.
• Convergencia Nacional Maya Waqib´Kej
• Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas, CNOC.
Principales demandas de Estudiantes por la Autonomía Universitaria:
1. Que el Consejo Superior Universitario defienda y respete el derecho de los estudiantes de votar por los Vocales I y II de las Juntas Directivas Facultativas.
2. Que el Consejo Superior Universitario respete y fortalezca la AUTONOMÍA UNIVESITARIA y que se detenga el proceso privatizador de nuestra Universidad.
3. Que se eliminen las trabas (examen de admisión, etc.) y los cobros ilegales a los estudiantes, y que el plan de repitencia que hoy sólo afecta a los estudiantes, se aplique también a los docentes responsables de elevar el nivel académico de nuestra Universidad.
4. Que el Consejo Superior Universitario asuma su deber y luche para que el Estado cumpla con el mandato constitucional de otorgarle a la Universidad de San Carlos de Guatemala no menos del 5% del presupuesto nacional, y no solamente el 2.8% que se nos otorga cada año.
5. Que el presupuesto de la USAC sea invertido equitativamente en todos los Centros Universitarios del país, que se privilegie el desarrollo académico y que se ponga fin al despilfarro de los fondos públicos por parte de las autoridades administrativas responsables de velar por el engrandecimiento de nuestra Universidad.
6. Que se detengan las maniobras y engaños a los estudiantes y que se realicen las elecciones de nuevas autoridades en las Facultades de Medicina e Ingeniería, así como en la Escuela de Psicología, para evitar que personas como el Ing. Murphy Paiz Recinos y el Dr. Jesús Oliva continúen ocupando los cargos de decanos que debieron haber entregado desde hace ya varios meses.
7. Que se ponga fin al proceso perverso de reelección de autoridades incompetentes y corruptas que desde hace varios años se viene dando en la Universidad, el cual se explica por el estado de descomposición institucional en que se encuentra la USAC.
8. Que se detenga el despido masivo del personal de mantenimiento y administrativo que no apoyó la reelección del rector Estuardo Gálvez y que se respete el derecho de estudiantes, docentes y profesionales, garantizado por la legislación universitaria que da vida a la AUTONOMÍA UNIVERSITARIA, de participar y elegir libremente a sus autoridades.
9. Que se corrija el rumbo de la Universidad de San Carlos de Guatemala, que se recupere su protagonismo y que las autoridades universitarias se despojen de su prepotencia y arrogancia y se conviertan en lo que deben ser: simples funcionarios públicos al servicio de los estudiantes que llegan a la USAC en busca de conocimiento y desarrollo personal.
10. Que la Universidad de San Carlos de Guatemala vuelva a ser la Universidad del Pueblo y que, de la mano de su pueblo, abandere como solía hacerlo antes los procesos de transformación política, económica y social que conviertan a Guatemala en la nación de todas y todos los guatemaltecos.
Lo que se solicita a la comunidad nacional e internacional es su solidaridad con el pueblo de Guatemala, con el sector estudiantil de la Universidad de San Carlos De Guatemala y por los derechos a la salud y a la vida de los y las estudiantes en huelga de hambre porque durante 12 días el Consejo Superior Universitario No quiere escucharles y les aplica el desgaste, la mal información y la amenaza legal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario