Día 68 - una simple imagen
Fila de arriba, de izquierda a derecha: Miguel M., Goyo, Caro, Carlos y Nati.
Fila de abajo, de izquierda a derecha: Ricardo, Rafa, Ugal, Miguel I., Miguel P., Cayetano.
Si miran bien la foto, verán que los once huelguistas han guardado un orden casi mítico en la toma de la imagen. Resulta curioso que lo hayan hecho en el orden inverso en que se suelen describir las fotografías. Abajo y a la derecha comienza la foto con Cayetano (25 Abril) y Miguel P. (28 de Abril) -ambos de la Carpa I-. Siguen, abajo y recorriendo la foto hacia la derecha, Miguel I. (29 Abril), Ugal (30 Abril), Rafa (30 Abril) y Ricardo (30 Abril) -los cuatro restantes de Carpa II y Carpa III-. En la fila de arriba están los hombres y mujeres que entraron en 3 de Mayo: Nati, Carlos, Caro, Goyo y Miguel M.
Resulta también extrañamente estético que la única nota de color la ponga el taburete central (el de Ugal), de un violento color naranja, y la playera roja de Nati. Antes -días antes, siglos antes- recuerdo que los huelguistas solían vestirse con desafiantes prendas rojas. Ahora no. Tal vez es por que el día está lluvioso, o tal vez porque los colores, después de tantos dias sin comer, con el cuerpo deshecho, ya no les importan tanto.
Y aunque no estuve ahí cuando tomaron la foto, intento imaginar qué piensa cada uno, que me revela su rostro. Sin duda -de eso estoy casi segura- tomaron la foto a instancias de Ugal, con su teléfono móvil (y ¿quién la tomó? ¿otro huelguista? ¿alguien del personal de apoyo?¿una visita?). No debió ser nada fácil -cansados como están, languideciendo sobre sus catres- reunirlos a todos. Distingo la expresión combativa de Ugal (en el centro) y Ricardo (abajo a la izquierda, como buen revolucionario), y la expresión todavía ilusionada, pero endurecida ya por el paso de los días, de Rafa.
La expresión altiva y orgullosa de las dos muchachas, Caro (centro) y Nati (derecha, arriba).
-¿Cómo me ves?- me pregunta siempre Nati, desafiante
-Flaca- contesto invariablemente. Y Nati se ríe.
¡La terquedad de Nati!, ¡la dulzura de Caro! Qué extraño equipo. No se parecen en nada pero se entienden muy bien. Se han hecho muy amigas aquí, en su carpa.
Cayetano (abajo, derecha) , convertido tal vez sin quererlo en el símbolo de esta lucha. Tal vez terriblemente solo bajo el peso de la admiración de tantos. Cayetano, una roca, que dice que no se va. Junto a él Miguel, con rictus de dolor, que esconde sus malestares para resistir un día más. Miguel, capaz de tocar el corazón de la gente con sus bromas, Miguel, que da consuelo a todos y no se reserva ninguno para él. Y junto a él, al lado de Ugal, otro Miguel (I.), que administra sus menguadas fuerzas para cumplir con una promesa que le honra...
Y arriba en la esquina izquierda, el misterioso Miguel M. ¡Qué delgado está! No era así cuando lo conocí. ¿Qué fuerza lo mantiene en pie? Lo ignoro, pero percibo que debe ser muy poderosa. Y junto a él, sus compañeros de carpa. Goyo, flanqueando a Caro, resistiendo los embates del tiempo. Y Carlos: con que fuerza cierra el puño, qué tensión en su gesto...
Isa se fue. La valiente y hermosa Isa. Isa y sus colores, rosa y negro. Isa, que tanto echa de menos a su padre, que lucha en su nombre para rescatar el significado de su identidad. Sé que no quería irse. Y sus compañeros, viendo terquedad, su negativa, sus dudas, fueron a hablar con ella, que se retorcía de dolor, para convencerla de que debía salvar su vida...
Fila de abajo, de izquierda a derecha: Ricardo, Rafa, Ugal, Miguel I., Miguel P., Cayetano.
Si miran bien la foto, verán que los once huelguistas han guardado un orden casi mítico en la toma de la imagen. Resulta curioso que lo hayan hecho en el orden inverso en que se suelen describir las fotografías. Abajo y a la derecha comienza la foto con Cayetano (25 Abril) y Miguel P. (28 de Abril) -ambos de la Carpa I-. Siguen, abajo y recorriendo la foto hacia la derecha, Miguel I. (29 Abril), Ugal (30 Abril), Rafa (30 Abril) y Ricardo (30 Abril) -los cuatro restantes de Carpa II y Carpa III-. En la fila de arriba están los hombres y mujeres que entraron en 3 de Mayo: Nati, Carlos, Caro, Goyo y Miguel M.
Resulta también extrañamente estético que la única nota de color la ponga el taburete central (el de Ugal), de un violento color naranja, y la playera roja de Nati. Antes -días antes, siglos antes- recuerdo que los huelguistas solían vestirse con desafiantes prendas rojas. Ahora no. Tal vez es por que el día está lluvioso, o tal vez porque los colores, después de tantos dias sin comer, con el cuerpo deshecho, ya no les importan tanto.
Y aunque no estuve ahí cuando tomaron la foto, intento imaginar qué piensa cada uno, que me revela su rostro. Sin duda -de eso estoy casi segura- tomaron la foto a instancias de Ugal, con su teléfono móvil (y ¿quién la tomó? ¿otro huelguista? ¿alguien del personal de apoyo?¿una visita?). No debió ser nada fácil -cansados como están, languideciendo sobre sus catres- reunirlos a todos. Distingo la expresión combativa de Ugal (en el centro) y Ricardo (abajo a la izquierda, como buen revolucionario), y la expresión todavía ilusionada, pero endurecida ya por el paso de los días, de Rafa.
La expresión altiva y orgullosa de las dos muchachas, Caro (centro) y Nati (derecha, arriba).
-¿Cómo me ves?- me pregunta siempre Nati, desafiante
-Flaca- contesto invariablemente. Y Nati se ríe.
¡La terquedad de Nati!, ¡la dulzura de Caro! Qué extraño equipo. No se parecen en nada pero se entienden muy bien. Se han hecho muy amigas aquí, en su carpa.
Cayetano (abajo, derecha) , convertido tal vez sin quererlo en el símbolo de esta lucha. Tal vez terriblemente solo bajo el peso de la admiración de tantos. Cayetano, una roca, que dice que no se va. Junto a él Miguel, con rictus de dolor, que esconde sus malestares para resistir un día más. Miguel, capaz de tocar el corazón de la gente con sus bromas, Miguel, que da consuelo a todos y no se reserva ninguno para él. Y junto a él, al lado de Ugal, otro Miguel (I.), que administra sus menguadas fuerzas para cumplir con una promesa que le honra...
Y arriba en la esquina izquierda, el misterioso Miguel M. ¡Qué delgado está! No era así cuando lo conocí. ¿Qué fuerza lo mantiene en pie? Lo ignoro, pero percibo que debe ser muy poderosa. Y junto a él, sus compañeros de carpa. Goyo, flanqueando a Caro, resistiendo los embates del tiempo. Y Carlos: con que fuerza cierra el puño, qué tensión en su gesto...
Isa se fue. La valiente y hermosa Isa. Isa y sus colores, rosa y negro. Isa, que tanto echa de menos a su padre, que lucha en su nombre para rescatar el significado de su identidad. Sé que no quería irse. Y sus compañeros, viendo terquedad, su negativa, sus dudas, fueron a hablar con ella, que se retorcía de dolor, para convencerla de que debía salvar su vida...
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