jueves, 3 de mayo de 2012

RELACIÓN DE LOS HECHOS

Hoy, día sexto del mesde agosto del año
mil novecientos sesenta y nueve,
estando prevenida la historia
el café amargo,
el tabaco por terminarse
la tarde por fenecer
y todo adecuado para conspirar
contra las sombras y tinieblas
que opacan el mundo y su sol,
los abajo firmantes comparecen
ante mí, la patria, para
declarar lo siguiente:

Primero.- Que los abajo firmantes
renuncian a su hogar, trabajo,
familia y estudios y a todas las
comodidades que, sobre la miseria
de los más, se han acumulado
en manos de los menos.

Segundo.- Que los abajo firmantes
renuncian a un futuro
vendido en abonos para
disfrute individual.

Tercero.- Que los abajo firmantes
renuncian también a la coraza
de indiferencia frente al sufrir
de otros y a la vanagloria de un
lugar entre los poderosos.

Cuarto.- Que los abajo firmantes
están dispuestos a todos los
sacrificios necesarios para luchar
calladamente y sin descanso para
hacerme a mí, la patria, libre y
verdadera.

Quinto.- Que los abajo firmantes
están dispuestos a padecer
persecución, calumnias y torturas,
e incluso a morir si es preciso para
lograr lo señalado en el punto
cuarto.

Sexto.- Que yo, la patria, sabré
guardarles su lugar en la historia
y velaré por su memoria
como ellos velaron por mi vida.

Séptimo.- Que los abajo firmantes
dejan bastante espacio abajo de
sus nombres para que todo hombre
y mujer honestos firmen este
documento y, llegado el momento,
lo rubrique el pueblo entero.

No habiendo más qué decir
y sí mucho por hacer, los
abajo firmantes dejan su
sangre como ejemplo y
sus pasos como guía.

Heroica y respetuosamente.

VIVIR POR LA PATRIA O
MORIR POR LA LIBERTAD.

MANUEL, SALVADOR, ALFREDO,
MARÍA LUISA, GONZALO,
MANOLO, SOLEDAD, MURCIA,
AURORA, GABRIEL, RUTH,
MARIO, ISMAEL, HÉCTOR,
TOMÁS, ALFONSO, RICARDO…

Y siguen firmas de los
que habrán de morir y
de los que habrán de vivir
luchando en este
país de dolorosa historia
llamado México, abrazado
por el mar y, pronto,
con el viento a su favor.

Capitán II de Inf. Insurgente Marcos,

Agosto de 1986

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