domingo, 28 de abril de 2013

sábado, 20 de abril de 2013

No existe paz sin verdad y justicia


    Los abajo firmantes motivados por preservar la paz en Guatemala basada en la justicia y el respeto por los Derechos Humanos, deseamos responder al campo pagado del 16 de abril, suscrito por exfuncionarios del gobierno en el período de enero de 1996 a enero del 2000, y titulado “Traicionar la paz y dividir a Guatemala”, que coincidió en el mismo día de la publicación del comunicado de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos que expresa lo contrario.

    En principio el título de su campo pagado pretende forzar la idea de que exigir justicia, que es un Derecho Constitucional y un Derecho Humano Internacional, significa “traicionar la paz y dividir Guatemala”, ¿De qué mente puede derivarse esta tergiversación?, demandar justicia es parte del orden jurídico constitucional y base fundamental de toda democracia.

    Los Acuerdos de Paz de Guatemala sí tenían como fin supremo lograr la reconciliación, pero no como se manifiesta en el campo pagado “entre el ejército y la guerrilla”, sino entre TODOS los sectores del pueblo de Guatemala.

    Cabe recordar que el ejército defendía ciertos intereses y el movimiento revolucionario otros, de diferentes sectores sociales y que, ninguno existió en abstracto, pues ambos representaban intereses distintos.

    La reconciliación es el objetivo primordial de todo proceso de transición, pero esta no consiste en la acción irresponsable de pretender olvidar el pasado, por el contrario, consiste en asumirlo plenamente con sus consecuencias como una necesidad para poder construir un futuro distinto.

    La Paz en Guatemala se logró porque todos los sectores se agotaron y reconocieron que la guerra no era la solución para nadie. Pero el problema es que la Paz no trajo consigo las transformaciones necesarias del país y, como dicen los autores del campo pagado, “las condiciones estructurales que los Acuerdos de Paz pretendían transformar, aún persisten”. Lo que presentan como el principal logro de dichos Acuerdos es que “lo que está fuera de toda duda y constituye el principal objetivo alcanzado, es que a lo largo de los dieciséis años transcurridos desde su suscripción, la violencia política desapareció”, afirmación que reconocemos como válida, pero que queda corta, pues la violencia política desapareció, pero la violencia del crimen organizado se desarrolló en forma exorbitante como consecuencia de que en la transición no se fortalecieron las instituciones del Estado y, en particular la Seguridad Civil y el Sistema de Justicia. Hoy tenemos más muertes violentas por día, que durante el conflicto armado, aun cuando sean de diferente naturaleza.

    El campo pagado dice “tanto las expresiones políticas de la insurgencia como cualesquiera otras se han desenvuelto en un clima de libertades y de seguridad”. Ciertamente, hay más libertades que durante el conflicto, pero la segunda afirmación es falsa pues ni por asomo podemos hablar de más seguridad, con lo que una tiende a neutralizara la otra. Hoy, protestar contra una concesión de una licencia de minería implica ser reprimido, detenido, encarcelado y etiquetado como terrorista. Incluso la presencia y cooperación internacional es condenada públicamente como financistas del terrorismo y el sistema de Naciones Unidas es tratado como un órgano de intervención extranjera.

    Entonces, ¿de qué Paz y reconciliación hablan estas personas? Después hacen una afirmación confusa: “a pesar de ser la reconciliación el objetivo supremo, los Acuerdos de Paz propusieron un proyecto de ley de reconciliación nacional” no sabemos si ellos se han percatado de que esta ley tenía el propósito de establecer una amnistía para los actos de violencia entre las partes del conflicto, pero dejaba incólume el principio de que era inaceptable cualquier acto de violencia contra la población civil y en particular el Artículo 5 de dicha Ley, establece que son inaceptables bajo cualquier circunstancia e imprescriptibles los delitos de Lesa Humanidad: la práctica sistemática de la tortura (incluyendo la violación sexual) la desaparición forzada, las ejecuciones sumarias y el genocidio.

    Lo más cuestionable es cuando llegan a afirmar “la acusación de genocidio en contra de oficiales del ejército de Guatemala constituye una acusación no solo contra esos oficiales o contra el ejército, sino contra el Estado de Guatemala en su conjunto que, de consumarse, implica serios peligros para nuestro país, incluyendo una agudización de la polarización social y política que revertirá la paz hasta ahora alcanzada.” En primer lugar debemos preguntarnos de nuevo de qué Paz hablamos si esta se puede revertir con una legítima demanda de justicia por parte de las víctimas de violaciones a sus Derechos Humanos, Esto parece más un chantaje, pues implica que se debe forzar el silencio y la impunidad sobre las víctimas para que “supuestamente” no se pueda “revertir la paz y llegar a una agudización de la polarización social y política”. Además, debemos entender como una muestra de verdadera paz, la paciencia que tuvieron las víctimas por tanto tiempo esperando que se hiciera justicia.

    Debemos todos entender que la verdadera paz solo es posible si está fundamentada en la Verdad, la Justicia y la Reparación, y esto es lo que nos lleva a la reconciliación; de lo contrario se convierte en una farsa, al servicio de quienes quieren mantener la negación y la impunidad del pasado, lo cual se trasladará inevitablemente al presente. Ningún país del mundo ha podido lograr una transición efectiva del conflicto a la paz sin el pleno reconocimiento de los hechos y la garantía de justicia aun cuando a veces fuera en forma simbólica, a través de casos relevantes.

    El otro argumento es que genocidio es imputable al Estado, lo cual no es del todo cierto. En principio constituye el delito de quienes planificaron y decidieron la violencia con la “intención” de destruir a un grupo humano (aun y cuando al final no lo lograron). Esto quiere decir que la responsabilidad penal es de personas, no de instituciones, pero si además estos individuos eran autoridades superiores del Estado, quiere decir que tuvieron todo el aparato de Estado a su servicio para llevar a cabo estos planes macabros. Reconocer esto es reconocer la Verdad histórica, y no entendemos por qué pueda esto ser visto corno un conflicto crítico para el Estado de hoy, por el contrario solo un Estado que reconoce sus errores históricos será capaz de enmendarlos y cambiar su rumbo en el futuro.

    Alemania tuvo que reconocer el holocausto contra el pueblo judío, los gitanos y los niños discapacitados, como un paso necesario para cambiar de rumbo histórico y poder reconstruir su nación. De igual forma se tuvo que reconocer genocidios en Bosnia y Ruanda, sin este reconocimiento no hubieran podido salir de la crisis. ¿Por qué Guatemala no puede hacer lo mismo?

    La acusación de genocidio no es una fabricación jurídica como se afirma, sino que es la interpretación jurídica de los hechos reales o es que los autores del campo pagado pretenden ignorar o desafiar los testimonios de las víctimas presentados en el juicio. Esta es una visión muy cómoda, urbana y conveniente.

    Por supuesto que hay sectores del ejército que estarán ofendidos por las deliberaciones de este proceso, pero también hay sectores honorables dispuestos a reconocer los hechos y a tomar un rumbo distinto basado en valores nuevos.

    La propuesta de que otros no se ofendan o se polarice el debate en el país y se pueda volver a la confrontación, es más una amenaza que un argumento. Pedir justicia dentro de la institucionalidad del Estado NUNCA puede ser interpretado como un acto de desestabilización.

    ¿De qué Paz hablamos, de la paz de los cementerios o de la DEMOCRACIA?

Solo la verdad nos hará libres. (Jn. 8,32)

    Frank La Rue, Rigoberta Menchú, Rosalina Tuyuc, Edelberto Torres, Otilia Lux de Cotí, Oscar Azmitia, Yuri Giovanni Melini, Anabella Giracca, Carlos Sarti, Carolina Escobar Sarti, Fernando Valdez, Mons. Álvaro Ramazini, Obispo de Huehuetenango, Mons. Julio Cabrera, Obispo de Jalapa.

jueves, 18 de abril de 2013

La invasión yanqui de Veracruz el 21 de abril de 1914 y la defensa popular de la soberanía nacional

Se cumplen 99 años de una gesta heroica
La invasión yanqui de Veracruz el 21 de abril de 1914 y la defensa popular de la soberanía nacional


Al bravo pueblo de la República Bolivariana de Venezuela, en estas horas de prueba

El 21 de abril se conmemorará el 99 aniversario de la defensa popular contra la ocupación estadounidense del puerto de Veracruz. Una vez más el pueblo veracruzano protagonizó una de las páginas más heroicas de la resistencia de los mexicanos frente al intervencionismo de Estados Unidos. 

Como ocurrió en la ciudad de México el 14 de septiembre de 1847 en ocasión de la entrada de la soldadesca estadounidense, el ejército regular abandonó el puerto sin presentar combate al invasor, y fue el pueblo que de manera espontánea y sin un plan preciso de defensa, se lanza a las calles, levanta para petos improvisados, se posesiona de las esquinas, de las azoteas, de los balcones y los campanarios, y con escasos pertrechos y una pocas armas, se dispone con su lucha perdida de antemano, a defender la soberanía y la dignidad nacionales.

El combate que se libra no podría ser más desigual. Estados Unidos, protegiendo sus vastos intereses económicos en nuestro país (petróleo, minas, tierras, ferrocarriles, etcétera) y pretendiendo erigirse en el árbitro supremo del conflicto revolucionario mexicano en marcha (Ver: Friedrich Katz, La guerra secreta en México, t. I, México Ediciones ERA, 1982), fondea frente al puerto de Veracruz, 44 barcos de guerra, tres buque hospitales y varias unidades más de aprovisionamiento, iniciándose el desembarco, que en cuatro días llega a situar en el terreno a más de siete mil hombres. La fuerza expedicionaria contaba con los medios de guerra más modernos de la época: rifles de repetición Lee, ametralladoras Gattling y Colt, artillería de grueso calibre, ilimitado suministro de municiones y pertrechos bélicos y, además, el apoyo artillero de la flota anclada en la bahía.

Con anterioridad al desembarco, los agentes estadounidenses habían logrado neutralizar la posible participación en la defensa del puerto del Ejército Federal Mexicano, al mando del general Gustavo A. Maass, de las tropas de Victoriano Huerta, quien dio golpe de Estado al presidente Madero, conminándolo a no resistir y a dejar la plaza. Efectivamente, en las primeras horas del 21 de abril, Maass se retira del puerto, rumbo a Tejería, abandonando a la población a su suerte y llevándose el grueso de sus tropas, la mayoría de las armas pesadas y ligeras, con su dotación de municiones, llegando incluso a olvidar en su precipitada huida, la bandera del batallón que comandaba, su espada y sus condecoraciones.

Al igual que en 1847, el pueblo inerme se vio de pronto enfrentado a un hecho consumado: la cuarta invasión extranjera en menos de un siglo, sin más medios de defensa que su profunda indignación y su decisión de resistir.

Ante la evacuación de la plaza por parte del Ejército Federal y subestimando la capacidad de respuesta de nuestro pueblo, los yanquis ocuparon confiados posiciones estratégicas cercanas al muelle. En los planes estadounidenses no esperaban encontrar resistencia en la toma del puerto. El poderío de la flota naval y la visible demostración de fuerza expresada en el desembarco masivo, hacía difícil suponer un ataque contra las fuerzas invasoras.

No obstante, el estupor inicial y la vergüenza del pueblo veracruzano al propagarse la noticia del desembarco, se desvanecen al escucharse los primeros disparos aislados: un solitario y modesto policía municipal, Aurelio Monfort, descarga airado su pistola frente a un nutrido contingente de marines, siendo inmediatamente acribillado por el fuego cruzado de la fusilería enemiga.

El pueblo reclama armas con exasperación, peleando incluso por las pocas que habían sido dejadas por el ejército. Otros se arman con algunos rifles y pistolas ofrecidas por algunos comerciantes. Algunos patriotas esperan turno, en medio del combate, para recoger las armas de los caídos: se registra un caso en el que ocho voluntarios civiles combaten con un solo rifle por horas. 

Grupos de voluntarios civiles y algunos militares patriotas al mando del coronel Manuel Contreras, se distribuyen en grupos pequeños por los edificios y las esquinas de la ciudad sitiada.

En la Escuela Naval, los alumnos se apresuran a la lucha bajo el mando del Comodoro Manuel Azueta, siendo la única unidad militar organizada que resiste a los invasores.

El tiroteo se generaliza. La Escuela Naval y varios edificios de la ciudad reciben el impacto del bombardeo proveniente de los cruceros y destructores, mientras los marines, que despertaron la admiración del escrito Jack London, corresponsal del semanario Collier’s, barren las calles con balas expansivas dumdum, prohibidas por las regulaciones internacionales de la guerra en esa época.

No obstante la desigualdad entre las fuerzas contendientes, el pueblo resiste con denuedo más de 24 horas; todavía en la tarde del 22 se escuchan esporádicos tiroteos. Se dan actos de gran heroicidad en la lucha, como el de José Azueta, exalumno de la Escuela Naval, hijo del Comodoro, y teniente de artillería, quien empuña al descubierto una ametralladora para lograr mayor efectividad en sus disparos, hasta que cae gravemente herido; cuando los estadounidenses le ofrecen ayuda médica, Azueta la rechaza y les responde: “de los invasores, no quiero ni la vida”.

De entre el pueblo se distinguen en las escaramuzas armadas artesanos, empleados, albañiles, comerciantes humildes, hombres y algunas mujeres que van dejando sus vidas en los puntos de mayor resistencia: Andrés Montes, modesto ebanista, combate todo el día a los invasores. Por la tarde del 21, pasa a su casa a dejar algunas provisiones; antes de regresar a la lucha escribe una carta a su hijo menor: “Hijo mío, si algún día vuelve a repetirse esto que esta pasando ahora, defiende a tú patria como lo estoy haciendo yo. Tu padre”. Ante los ruegos de su esposa para que no saliera más de su casa, Andrés Molina exclamó: “ahorita no tengo madre, ni esposa ni hijos. Sólo veo que tengo una patria muy linda y tengo que defenderla de la infamia yanqui” (María Luisa Melo de Remes. Veracruz Mártir. La infamia de Woodrow Wilson, 1914. México: Edición de la autora, 1966). Este héroe del pueblo cayó a las ocho de la noche de ese día, con el estómago perforado por una bala expansiva en la esquina de las calles de Arista e Independencia.

Niños y mujeres se dedican a cooperar en la defensa e incluso participan en la lucha contra el invasor. Se recuerda en el imaginario popular a América, quien recibe a los yanquis a tiros al aproximarse a la zona de tolerancia del puerto. Sectores importante de la colonia española ofrecen resistencia a los invasores, registrándose muertes y heridos entre los mismos.

Al finalizar el día 22, la resistencia termina con un saldo de centenares de muertos por parte del pueblo veracruzano. La soldadesca invasora hace piras con los cadáveres de los patriotas y los queman sin respeto alguno. Muchos combatientes son hechos prisioneros y retenidos en las cárceles durante la ocupación. Centenares de heridos fueron atendidos por un grupo de médicos y estudiantes de medicina voluntarios que demostraron su repudio a los invasores cumpliendo abnegadamente este trabajo.

La mayor parte de los muertos y heridos eran pueblo. Los grupos militares que combatieron, la Escuela Naval y algunos soldados y oficiales del 19 batallón de infantería, resistieron hasta las 7.30 de la noche del día 21. De ellos murieron José Azueta, Virgilio Uribe, Jorge Alacío Pérez, Benjamín Gutiérrez, de los que se registran. No obstante, la mayoría de los aproximadamente 500 muertos en acción, se debió a los bombardeos (los cuales London aplaude por su precisión) y la represión yanqui indiscriminada. Fueron héroes anónimos sin lapidas ni monumentos que honren su memoria. Es más, varias de las placas que recordaban a las víctimas de la intervención yanqui en el muelle y en otros lugares del puerto, fueron destruidas por autores municipales en un esfuerzo continuo de negar al pueblo su lugar en la historia: borrar todo aquello que fortalezca el espíritu antimperialista de los mexicanos. En las ceremonias oficiales que año con año se realizan en el puerto, y que encabezará este domingo el presidente entreguista y colaboracionista Enrique Peña Nieto, se exalta la figura de los militares que combatieron a un enemigo en abstracto, que ya no se menciona, como no se menciona la extraordinaria épica ciudadana.

La resistencia del pueblo no terminó en la lucha denodada de los días 21 y 22 de ese abril. Testimonios de sobrevivientes que tuve oportunidad de recoger hace una décadas, dan cuenta de numerosos atentados contra las tropas yanquis durante la ocupación. Se impuso la ley marcial y los porteños fueron obligados a dormir con los balcones y las puertas abiertas, debiendo permanecer las luces encendidas durante la noche.

La lucha por la soberanía, a la cual han renunciado los actuales gobernantes, se dejo sentir de otras formas. Sectores importantes de la población no se plegaron a las amenazas y los ordenamientos del gobierno militar impuesto por los invasores. Entre ellos hay que destacar el papel desempeñado por el magisterio del puerto, el cual en mayoría se negó a servir al invasor, organizando un sistema paralelo al llamado departamento educativo de los estadounidenses, a pesar de la represión y los ofrecimientos económicos de las autoridades de ocupación. Aquí destaca Delfino Valenzuela y Elena V. del Toro, claros exponentes del patriotismo del magisterio veracruzano. Se dieron casos individuales de patriotismo anónimo. El guarda faros de la isla de Lobos, cercana al puerto, fue conminado a trabajar para los yanquis, a los que respondió: no señor, yo no les trabajo a ustedes, yo no traiciono a mi patria, ni les a trabajar por ningún dinero que me den o aunque me tengan preso todo el tiempo que quieran” (entrevista mía a Josefa Syvain).

En contraste con esta actitud valiente y digna, empleados municipales y de aduana, comerciantes y algunas familiar de la burguesía porteña, colaboraron activamente con el enemigo, recibiendo el repudio y el desprecio abierto de la mayoría de la población veracruzana.

Los entierros de José Azueta y del capitán Benjamín Gutiérrez, el 11 y el 23 de mayo, respectivamente, se trasformaron en desafiantes manifestaciones de protesta por la ocupación extranjera: miles de ciudadanos siguieron los cortejos fúnebres por las principales calles de la ciudad. (Andrea Martínez. La intervención norteamericana a Veracruz, 1914, SEP, México, 1982.) Bajo la autoridad militar yanqui, el pueblo expresaba de manera clara su conciencia nacional, refutando con los hechos la falsedad de las apreciaciones de Jack London, quien en mayo de 1914 escribió con entusiasmo en el Collier’s: “Verdaderamente, los veracruzanos recordarán largamente haber sido conquistados por los americanos (sic) y rogarán por el día bendito en que los americanos (sic) los conquisten otra vez. A ellos no les importaría ser conquistados para siempre”. Collier’s, volumen 53, núm. 11, mayo 30, 1914)

Seis largos meses duró la ocupación del puerto. Por fin, el 24 de noviembre de 1914, las tropas constitucionalistas entran a Veracruz, mientras simultáneamente los invasores yanquis se embarcaban en el muelle. Así terminaba una más de las intervenciones de Estados Unidos a nuestro país; no sería la última.

Gilberto López y Rivas, Profesor-Investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Centro Regional Morelos.

lunes, 15 de abril de 2013

Juicio en Guatemala, la palabra de Maya.


Mi nombre es Maya López Ramírez. Nací en Guatemala en 1970. Mis padres son María Dilia Ramírez y José María López Valdizón. El año de mi nacimiento la guerra civil tenía dieciséis años y gobernaba el general Carlos Manuel Arana Osorio, “El carnicero de Zacapa”, “El chacal de oriente”. Con él comenzó la serie de gobernantes militares que implementaron la guerra sucia en el país. El día que yo nací había toque de queda y mi madre tuvo que ingeniárselas para llegar al hospital sin ser detenida. Era noviembre y apenas en mayo el gobierno había matado a su hermano de crianza Gilberto Valladares López. A pesar del clima de muerte circundante, durante los primeros cuatro años de mi vida, gocé la presencia de mi padre. Sin embargo, el 22 de julio de 1975, bajo el gobierno del general Kjell Eugenio Laugerud García, mi papá fue secuestrado en la Zona Uno de la capital, a la luz del día. Hubo testigos que recogieron sus últimos gritos: “Soy José María López Valdizón, soy escritor y me están secuestrando”. Desde ese día no tenemos noticia alguna de su paradero. A pesar del enorme peligro que significaba vivir en Guatemala para mi familia, mi madre decidió quedarse a buscar a mi padre durante cinco años más y recorrió anfiteatros, hospitales y cárceles buscando entre miles de cadáveres, heridos y presos a Chema López, pero todo fue inútil. Mi hermana mayor llegó a ser estudiante universitaria y se organizó en la Asociación de Estudiantes Universitarios, AEU; fue perseguida y se exilió a los 19 años. A partir de la desaparición forzada de mi padre yo padecí anorexia y bulimia infantil nerviosa que me llevaron a un grado alarmante de anemia y paranoia que obligó a mi madre a dejar Guatemala y sacarme de ahí en octubre de 1980, durante el gobierno del general Romeo Lucas García.

Tuve la suerte infinita de dejar atrás el infierno que era mi país natal y donde en apenas nueve años de vida vi asesinar de las formas más brutales a decenas de personas conocidas. Tuve la suerte aún inexplicable de salvar la vida. Tuve la suerte incalculable de dejar esa hermosa sala de tortura que era Guatemala antes de que el General Efraín Ríos Montt le diera el golpe de estado a Lucas García y ese pedacito de tierra verde y luminosa que es mi país natal se convirtiera en el peor escenario de sangre del siglo XX en América.

La palabra ‘genocidio’ tiene nueve letras. Es imposible que nueve letras describan lo que pasó ahí en los dos años que José Efraín Ríos Montt tuvo el poder absoluto después de disolver la Constitución, al Congreso, la ley electoral y suspender a los partidos políticos. Lo que miles de personas tuvieron que enfrentar porque no tuvieron la suerte inmensa de salir. La política de “Tierra arrasada”, por ejemplo, de acuerdo con la cual Ríos Montt ordenó quitar apoyo civil a los guerrilleros, significó en los hechos el sitio, tortura, violación multitudinaria de mujeres y niñas, asesinato e incendio sistemático de aldeas indígenas completas, incluyendo ancianos, mujeres embarazadas, niños y hasta los perros. Esta medida fue perpetrada por el ejército guatemalteco no en una o dos aldeas, sino en más de seiscientas. Además de las masacres, las desapariciones forzadas, las ejecuciones extraoficiales, la destrucción de patrimonio cultural maya, el exilio masivo, el desplazamiento interno.

Estos días de abril de 2013 son históricos, hermanos, cuando por un reacomodo de las fuerzas políticas, el más sanguinario genocida de América Latina, que todavía después de su mandato fue elegido presidente del Congreso (¿?!!), tiene que ocupar el banquillo de los acusados y escuchar de boca de sus víctimas sobrevivientes algunos testimonios de los cientos de miles de casos de violación a los derechos humanos y desprecio a la dignidad humana que ejecutó durante su mandato.

Es imposible que José Efraín Ríos Montt pague lo que debe. No le alcanza la vida que le queda para pagar la pena tan solo por la cantidad de muertes, desapariciones, violaciones sexuales y torturas de los que es directamente responsable, aunque él quiera atribuir a sus subalternos los “excesos” ocurridos durante su ejercicio en el poder. Debe tanto ese sujeto que debería pagar con varias vidas lo que hizo en una sola. Pero aunque no le alcance, es necesario y justo que cada minuto que le queda en esta vida lo pase —no en un arraigo domiciliario— sino en una de las cárceles que él mismo llenó.

Por mi parte tuve la suerte de salvar la vida, mi alma no se ha reunido conmigo del todo todavía, pero estoy aquí entre los vivos y hablo.

Ni perdón, ni olvido.
Maya López Ramírez
Ciudad de México, abril de 2013

l@s desaparecid@s nos faltan a tod@s

domingo, 14 de abril de 2013

Cita con ángeles



Desde los tiempos más remotos
vuelan los ángeles guardianes,
siempre celosos de sus votos
contra atropellos y desmanes.
Junto a las cunas infantiles,
junto a los tristes moribundos,
cuentan que velan los gentiles
seres con alas de otro mundo.
Cuando este ángel surca el cielo
no hay nada que se le asemeje.
El fin de su apurado vuelo
es la sentencia de un hereje.
No se distraiga ni demore,
todo es ahora inoportuno.
Va rumbo al campo de las flores
donde la hoguera espera a Bruno.
Se lanza un ángel de la altura,
caída libre que da frío.
La orden de su jefatura
es descender hasta Dos Ríos.
Es diecinueve y también mayo,
monte de espuma y madre sierra,
cuando otro ángel, a caballo,
cae con los pobres de la tierra.
Dicen que al filo de la una
un angelote compasivo
pasó delante de la luna,
sobrevolando los olivos.
Y cuentan que con mala maña
fue tiroteado su abanico,
justo a la hora que en España
se asesinaba a Federico.
Un bello arcángel aletea
junto a un gran pájaro de hierro.
Procura que un hombre lo vea
para ahuyentar cien mil destierros.
Pero el arcángel se sofoca
y un ala azul se le lastima,
y el ave negra abre la boca
cuando atraviesan Hiroshima.
Dejando un surco luminoso
por sobre Memphis, Tennessee,
pasó volando presuroso
un ser alado en frenesí.
Iba vistiéndose de luto,
iba llorando el querubín
e iba contando los minutos
de Dios y Martin Luther King.
El ángel pasa bajo un puente,
después rodea un rascacielos.
Parque Central, lleno de gente,
no se da cuenta de su vuelo.
Cuánta utopía será rota
y cuánto de imaginación,
cuando a la puerta del Dakota
las balas derriben a John.
Septiembre aúlla todavía
su doble saldo escalofriante.
Todo sucede un mismo día
gracias a un odio semejante.
Y el mismo ángel que allá en Chile
vio bombardear al presidente,
ve las dos torres con sus miles
cayendo inolvidablemente.
Desesperados, los querubes
toman los cielos de la tierra
y con sus lápices de nubes
pintan adioses a las guerras.
El mundo llena los balcones
y exclama al fin: «Esta es mi lucha».
Pero el señor de los cañones
no mira al cielo ni lo escucha.
Pobres los ángeles urgentes
que nunca llegan a salvarnos.
¿Será que son incompetentes
o que no hay forma de ayudarnos?
Para evitarles más dolores
y cuentas del psicoanalista,
seamos un tilín mejores
y mucho menos egoístas.

sábado, 13 de abril de 2013

Eres diputado o lees, no se puede los dos cosas


Tenemos que hablar de Facebook

 
Tenemos que hablar de Facebook
Por reenvío anred - Tuesday, Apr. 09, 2013 at 8:40 AM
El colectivo tecno-activista alemán Nadir ha publicado una crítica sobre el uso que hacen de Facebook los/as militantes y activistas de izquierda. Artículo del cual se han hecho eco otros proyectos como Nodo50 y Riseup. La discusión, el debate y el posicionamiento sobre las nuevas –o no tan nuevas- formas de tecnología es una tarea que se debe asumir desde el campo popular, porque como Nadir afirma: “Después de los teléfonos móviles, Facebook es la más sutil, barata y mejor tecnología para la vigilancia”. Por ANRed - L (redaccion@anred.org)
Durante varios años, hemos estado proveyendo servidores e infraestructura de comunicación para la izquierda. Hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos para mantener los servidores seguros y hemos resistido, usando varios medios, a peticiones de datos de usuarios por parte de las autoridades.

En resumen: tratamos de ofrecer una forma de comunicación liberadora dentro del internet capitalista.

Siempre hemos visto internet como un recurso para llevar adelante nuestras luchas y al mismo tiempo también como un espacio para el combate político, y hemos actuado en consecuencia con eso. Pensábamos que la mayoría de la izquierda lo veía de la misma manera. Pero desde que más y más gente de la izquierda "usa" Facebook (o Facebook los usa a ellos), ya no estamos tan seguros. Nuestro trabajo político se ha estado viendo como deficiente y agotador. La comunicación cifrada con servidores autónomos no se percibe como algo liberador, sino como algo molesto.
 
Disneylandia

No nos habíamos dado cuenta de que después de liberar tanto estrés en las calles y de todas esas largas discusiones en grupo, muchos activistas parecen tener ese deseo de cotorrear sin parar en Facebook sobre cualquier cosa y con cualquiera. No nos habíamos dado cuenta de que, incluso para la izquierda, Facebook es la más dulce de las tentaciones. De que la izquierda, al igual que cualquiera, disfruta siguiendo el sutil flujo de la explotación, que no parece hacer daño y, por una vez, no hace falta resistirse. Mucha gente sufre las malas consecuencias. Aunque esto les puede permitir prever las fatales consecuencias de Facebook, no parece hacerles actuar ante ellas.
 
¿Es realmente ignorancia?

Hagamos un esbozo del problema. Al usar Facebook, los activistas no sólo comunican de forma transparente sus opiniones, sus "me gusta", etc., sino que las dejan disponibles para ser procesadas. No sólo eso (y esto lo consideramos mucho más importante), sino que exponen estructuras y personas que en sí tienen poco o nada que ver con Facebook. La capacidad de Facebook de barrer la web buscando relaciones, similitudes, etc. es difícil de comprender por la gente de a pie. Las luces hipnotizantes de Facebook acaban haciéndonos reproducir estructuras políticas para las autoridades y las compañías. Toda esta información puede ser buscada, ordenada y agregada no sólo para obtener datos precisos sobre relaciones sociales, personas clave, etc., sino también para hacer predicciones de las cuales se pueden deducir regularidades. Después de los teléfonos móviles, Facebook es la más sutil, barata y mejor tecnología para la vigilancia.

¿Son los usuarios de Facebook informantes involuntarios?

Siempre hemos pensado que la izquierda quiere otra cosa: continuar nuestras luchas en internet y utilizar internet para nuestras luchas políticas. De eso se trata para todos nosotros (incluso ahora). Por eso vemos a los usuarios de Facebook como un verdadero peligro para nuestras luchas. En particular, activistas que publican información importante en Facebook (con frecuencia sin saber lo que eso implica), que luego es utilizada cada vez más por las agencias que se dedican a hacer cumplir la ley. Casi podríamos ir más allá y acusar a estos activistas de colaboradores. Pero aun no hemos llegado a ese punto. Todavía tenemos la esperanza de que la gente se de cuenta de que Facebook es un enemigo político y de que aquellos que usan Facebook la hacen más y más poderosa. Los usuarios activistas de Facebook alimentan a la máquina y de este modo revelan nuestras estructuras (sin ninguna necesidad, sin ninguna orden judicial, sin presión alguna).
 
Nuestro punto de vista

Somos conscientes de que hablamos desde un punto de vista privilegiado. Para nosotros, habiendo trabajado durante años (y a veces incluso habiéndonos ganado la vida) con la red y los ordenadores, la administración de sistemas, la programación, la criptografía y muchas otras cosas, Facebook se nos presenta como un enemigo natural. Y aunque nos consideramos a nosotros mismos como parte de la izquierda, esto se une al análisis de la política económica de Facebook, donde los "usuarios" son convertidos en producto, que es vendido y eso nos vuelve a convertir finalmente en consumidores. A esto se le llama "generación de demanda". Nos damos cuenta de que no todo el mundo vive los pormenores de internet con el mismo entusiasmo con el que nosotros lo hacemos. Pero el hecho de que haya activistas que dejan a este caballo de Troya llamado Facebook que sea parte de su vida diaria, es un signo del alarmante nivel de ignorancia que existe.

Urgimos a todo el mundo: ¡cierra tu cuenta de Facebook! ¡Estás poniendo a otros en peligro! ¡Actúa en contra del monstruo de los datos!

Además: ¡Abandona el correo de Yahoo! y similares.¡Abajo con Google! ¡En contra de la retención de datos! ¡Por la neutralidad de la red! ¡Libertad para Bradley Manning! ¡Larga vida a la descentralización!

¡Combate el capitalismo! ¡También (y especialmente) en internet! ¡Contra la explotación y la opresión! ¡También (y especialmente) en internet!

Pon nerviosos a tus compañeros. Déjales claro que alimentando a Facebook han elegido el lado equivocado.

Reacciones al artículo

El Colectivo Riseup, un proveedor de servicios de Internet para personas y grupos que trabajen por un cambio social liberador, con base en Seattle (EEUU), ha reenviado el artículo de Nadir a sus usuarios/as, añadiendo la siguiente nota:

“Tenemos colectivos tecnológicos aliados por todo el planeta. Uno de estos grupos ha publicado una crítica persuasiva sobre los activistas que usan Facebook. Los pájaros de Riseup estamos de acuerdo con parte, toda, o casi todo el artículo, pero sobre todo creemos que es un gran lugar para iniciar la discusión. Así que este mes, por favor pasen este link a sus amigos, camaradas, aliados, miembros de sus colectivos, voluntarios, compañeros en sus centros de trabajo – quien quiera con quien se organicen”.

Por su parte, Nodo50 señaló en la reproducción de este artículo en su sitio:

“El colectivo tecno-activista alemán Nadir ha publicado una crítica muy acertada sobre el uso que hacen de Facebook los/as militantes y activistas de izquierdas. En Nodo50 compartimos prácticamente el 100% de este artículo. Nos parece muy importante que se abra este debate, así que pedimos la máxima difusión.
“Nadir fue fundado en 1993 y desde entonces ofrece servicios de Internet a la izquierda radical alemana. Es un proyecto más en ese archipiélago de servidores alternativos, no comerciales y anticapitalistas del que Nodo50 también forma parte".

Fuente: Nodo50

Ser gobernado...

"Ser gobernado es ser observado, inspeccionado, espiado,dirigido, sometido a la ley, regulado, escriturado, adoctrinado, sermoneado, verificado,estimado, clasificado según tamaño, censurado y ordenado por seres que no poseen los títulos, el conocimiento ni las virtudes apropiadas para ello. Ser gobernado significa, con motivo de cada operación, transacción o movimiento, ser anotado, registrado, contado, tasado, estampillado, medido, numerado, evaluado, autorizado, negado, endosado, amonestado, prevenido, reformado, reajustado y corregido. Es, bajo el pretexto de la utilidad pública y en el nombre del interés general, ser puesto bajo contribución, engrillado, esquilado, estafado, monopolizado, desarraigado, agotado, embromado y robado para, a la más ligera resistencia, a la primera palabra de queja, ser reprimido, multado, difamado, fastidiado, puesto bajo precio, abatido, vencido, desarmado, restringido, encarcelado, tiroteado, maltratado, juzgado, condenado, desterrado, sacrificado, vendido, traicionado, y, para colmo de males, ridiculizado, burlado, ultrajado y deshonrado".

Pierre Joseph Proudhon

viernes, 12 de abril de 2013

Cuando las montañas tiemblan

Cuando Las Montañas Tiemblan from Skylight Pictures on Vimeo.

Nos dice Pablo...

Granito de arena

"Granito de Arena", el nuevo documental de Skylight Pictures dirigido por Pamela Yates, que a través del tiempo nos transporta a una inquietante historia de genocidio, vuelve al presente con un elenco de personajes unidos por el destino en la búsqueda de justicia para un dictador.

Granito Spanish full version from Skylight Pictures on Vimeo.


Racismo y genocidio - Marta Elena Casaús Arzú

Presentación de la experta en racismo, Marta Elena Casaús Arzú, durante el juicio por genocidio a Efraín Ríos Montt. Marta Elena Casaús Arzú hizo un peritaje muy sólido durante el juicio y dijo: “El racismo llega a su culmine en el conflicto armado interno, por la estigmatización del indígena. Es cuando el racismo opera con una ideología de Estado, como una maquinaria de exterminio contra un grupo, en este caso el ixil”. Para ella, la desvalorización de los indígenas, fue el caldo de cultivo para la perpetración del genocidio. Casaús describió los pasos previos a un genocidio: 1.) la construcción negativa del otro; 2.) el prejuicio hacia ese otro; 3.) el adoctrinamiento para rechazar a ese otro; 4.) las campañas de difamación y de planificación del genocidio; 5.) “quitarle el agua al pez”; y 6.) “ladinizarlos”, “normalizarlos”, despojarles de su cultura.

Casaús cita frases racistas sobre los indígenas, dichas por personas de las elites guatemaltecas a las cuales ella entrevistó: “son un freno para el desarrollo”, o “lo mejor para los indígenas es una dictadura férrea, un Mussolini, un Hitler, y yo los eliminaría a todos” (dicha por un empresario). Concluye que éste es un pensamiento vigente en Guatemala y que la violación de las mujeres indígenas también habla de racismo y feminicidio, porque hubo una protocolización de la violencia sexual desde el Estado en esos hechos denigrantes. En Guatemala, además del genocidio, dijo ella, hubo un etnocidio, “….porque quisieron eliminar, no solo a las personas, sino también su cultura, la cultura ixil en sí.”




martes, 9 de abril de 2013

El pueblo Quiché - Kin Lalat

Kin-Lalat en idioma quiché significa "nosotros cantamos, nosotros sonamos". La línea musical del grupo, responde a las diferentes armonías y sonoridades de la música guatemalteca donde se entretejen lo tradicional y lo contemporáneo. Durante los años que tiene de existencia, Kin-Lalat, ha llevado su canto por innumerables países de América y Europa. En el primer acetato editado en México, el grupo, nos muestra su trabajo musical.

Para Luis Cardoza y Aragón la música de Kin-Lalat "es bella y profunda porque compendia la majestad de montañas y selvas, de lagos y volcanes: y en este medio floreció la más alta cultura de los pueblos precolombinos. Una cultura cuya huella está viva en Guatemala, con pujanza y esplendor".

sábado, 6 de abril de 2013

Tom Waits - Jersey Girl








Letra original:
Got no time for the corner boys,
down in the street makin' all that noise,
don't want no whores on eighth avenue,
cause tonight i'm gonna be with you.
cause tonight i'm gonna take that ride,
across the river to the jersey side,
take my baby to the carnival,
and i'll take you on all the rides,
sing sha la la la la la sha la la la.
down the shore everything's alright,
you with your baby on a saturday night,
don't you know that all my dreams come true,
when i'm walkin' down the street with you,
sing sha la la la la la sha la la la.
you know she thrills me with all her charms,
when i'm wrapped up in my baby's arms,
my little angel gives me everything,
i know someday that she'll wear my ring.
so don't bother me cause i got no time,
i'm on my way to see that girl of mine,
nothin' else matters in this whole wide world,
when you're in love with a jersey girl,
sing sha la la la la la la.
and i call your name, i can't sleep at night,
sha la la la la la la.




Traducción:
No tiene tiempo para los chicos de la esquina,
ahí abajo, haciendo ruido.
No quiero putas en la octava avenida,
porque esta noche voy a estar contigo.
Porque esta noche, voy a dar esa vuelta,
cruzando el río hasta el lado de Jersey.
Me llevaré a mi chica al carnaval,
y subirá conmigo a todas las atracciones.
Canta, sha la la la la la la sha la la la.
Abajo, en la orilla, todo está bien,
ahí con tu chica una noche de sábado.
Sabes, todos mis sueños se hacen realidad,
cuando camino por la calle contigo.
Canta, sha la la la la la la sha la la la.
Sabes, me emociona, con todos sus encantos,
cuando estoy abrazado por ella.
Mi pequeño ángel me lo da todo.
Sé que algún día, llevará mi anillo.
Así que no me aburras, porque no tengo tiempo.
Voy de camino a ver a mi chica.
Nada más importa en este mundo,
cuando estás enamorado de una chica de Jersey.
Canta, sha la la la la la la,
Y digo tu nombre. No puedo dormir por la noche.
sha la la la la la la la.

lunes, 1 de abril de 2013