Veo de nuevo esta imagen tomada por “Ignorante Collective”, publicada en el perfil del Proyecto Ambulante y reconstruyo los hechos en mi mente:
“Un joven de aproximadamente 20 años, delgado con los pantalones de mezclilla entallados, una playera negra y un gorra con la visera hacia atrás, lanza un tubo que pretende un destino, -un destino incierto - que irá a impactarse a un escudo de los policías que amontonados se cubren de un tubo, de un gorra invertida, de 20 años, de una decisión, de la rabia contenida”.
La escena no se puede declarar completa sin describir que a sus espaldas de nuestro protagonista imaginario-real, a unos metros están parados otras rabias contenidas, la imagen es clara, jóvenes que acudieron a protestar, a ver, a fotografiar; de un lado Rabia y del otro Miedo, con el tubo lanzado van sus desesperación y el mensaje de que esto que llaman “democracia” no vale, no existe.
Tal vez los jóvenes que acudieron a las protestas del primero de diciembre de 2012, su rabia, sus razones y su desesperación contenida iban tras un personaje que fue ungido cual rancia realeza que se esconde de los que él y su podrida corte considera sus súbditos, pero la lucha entre otros aspectos destaca que hay un aspecto que no es simple, los policías que se cubren y tienen miedo, tienen hijos que posiblemente estén aventando tubos, este conflicto entre todos contra todos por el beneficio de unos que apoltronados en su reino imaginario, ve con agrado que padres e hijos, hermanos, tíos, madres se lancen objetos por discutir quien posee el poder que esta cimentado en el dinero.
La lucha en las calles (y tal vez sin saberlo) fue por la Educación, por el aprender y la imagen nos demuestra que en esta ocasión fue un tubo, pero bien pudo ser un libro y el mensaje seria más claro: “que incluso ellos desde su rancio abolengo pueden aprender que este es nuestro tiempo y nuestro mundo”.
Existen otros matices que no aparecen en esta foto, lo medios de comunicación que les llaman vándalos y violentos, los empresarios que se lamentan por el dinero que perderán, la iglesia que condenará el proceder que se sale de su dogma.
En tanto que los políticos ya elaboran una propuesta para diseñar un disfraz que sea creíble, que esconda la privatización de la educación con préstamos bancarios que pagarás durante años una vez terminada la carrera, como sucede en Argentina y Chile, la creciente estrategia perversa para generar cifras que abatan a la opinión pública.
Mientras que las universidades están preparadas para formar “NO pensadores libres”, y las religiones limitan a la ciencia contradiciendo lo que no es acorde a su fe, las guerras y las adversidades sociales, climáticas y económicas, no nos permiten ver que al acudir a la escuela el fin debería de ser aprender y no aprobar, capitalizando las míseras ideológicas que nos proporcionan en la TV, no colocamos a la escuela como centro de debate ni a los estudiantes como protagonistas.
Lanzamos las preguntas que pueden ser un detonante para una discusión amplia que nos permita encontrarnos en un ambiente crítico y reflexivo sobre el papel del estudiante con la sociedad
• Estudiar ¿para qué?
• ¿Por qué la apatía de los estudiantes ante la sociedad?
• ¿Sacar a la universidad de las aulas para enfrentar la realidad?
• ¿Tenemos miedo a aprender?
Porque también es necesario que los tubos como el de la imagen tengan rumbo, también los argumentos tengan fundamento y que cuando volvamos a la calle con la misma intensidad los estudiantes enfrenten la soberbia del poder con argumentos que validen el conocimiento que de todas las formas y en todos los ámbitos nos están negando.
Es momento que los estudiantes salgamos de las aulas a defender el país con argumentos sin descuidar los tubos que mi opinión me dice que también nos harán falta. Escrito por Rubén Tupa (vía Proyecto Ambulante)
No hay comentarios:
Publicar un comentario