La oleada de reformas legales en 17 estados del país con las que se criminaliza el aborto es un atentado contra los derechos humanos de las mujeres y un ataque directo al Estado laico garantizado por la Constitución de México.
Ante la colusión de los líderes y legisladores políticos, pricipalmente del PAN y del PRI, con la jerarquía católica, impulsora de esta cruzada internacional; ante el silencio cómplice del Senado y del Congreso de la Unión; ante el silencio ominoso de buena parte de los medios masivos de comunicación, alzamos nuestras voces para denunciar lo que las reformas implican.
1) La imposición de una interpretación religiosa a la vida reproductiva de las mujeres.
2) El otorgamiento de personalidad jurídica al embrión, lo que contraviene los principios científicos y conduce a aberraciones jurídicas.
3) La violación de los derechos humanos de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, a ejercer su sexualidad libremente y a elegir libremente la maternidad y el número de hijos que desean y pueden tener, lo que afecta a su vez los derechos de los hombres y el bienestar de las familias. Derechos que están garantizados en los artículos 1 y 4 de la Constitución mexicana, así como en la Ley de Igualdad y en la Ley de No discriminación.
4) La violación de los derechos humanos de las mujeres a vivir una vida libre de violencia, derechos garantizados por las leyes mexicanas y estipulados por Convenciones internacionales suscritas por nuestro país, como la de Belem do Pará y la CEDAW.
5) La institucionalización de la violencia de género. Hoy día, en estos estados existen niñas que están siendo obligadas a ser madres de hijos producto de violación incluso por incesto y hay también mujeres encarceladas por haber tenido un aborto espontáneo, mientras que mujeres que abortaron han sido detenidas y tratadas con más saña y escándalo que delincuentes peligrosos. Es intolerable que “la protección de la vida” sirva para desatar una represión sistemática y generalizada contra las mujeres.
6) La negación de una realidad: el aborto clandestino es inseguro, tiene tasas altas de letalidad en países donde su ejercicio es ilegal, y representa además un problema de injusticia social, en cuanto son las mujeres más pobres las que se ven forzadas a someterse a abortos en circunstancias insalubres.
Por ello, reivindicamos para todas las mujeres mexicanas:
· el derecho a decidir sobre su cuerpo, su sexualidad y su maternidad;
· el derecho a no ser violentadas y a recibir servicios médicos y legales del Estado en los casos de violación y violencia sexual;
· y los derechos humanos básicos a la salud, al bienestar y a una vida digna.
Agrega tu firma:
Enviar su firma a: eugenia.cervera@yahoo.com.mx
Amig@s:
Les hago llegar el desplegado que se subirá hoy por la noche a la página de proceso.com. y permanecerá ahí toda la semana.
Les pido:
1. Que lo firmen (agregando su nombre en la página de proceso.com).
2. Lo envíen a 10 amig@s por lo menos.
3. Si les es posible, depositen en la cuenta que el lunes aparecerá en proceso.com 250 pesos. La intención es publicarlo firmado en la revista impresa Proceso la próxima semana.
Ante la colusión de los líderes y legisladores políticos, pricipalmente del PAN y del PRI, con la jerarquía católica, impulsora de esta cruzada internacional; ante el silencio cómplice del Senado y del Congreso de la Unión; ante el silencio ominoso de buena parte de los medios masivos de comunicación, alzamos nuestras voces para denunciar lo que las reformas implican.
1) La imposición de una interpretación religiosa a la vida reproductiva de las mujeres.
2) El otorgamiento de personalidad jurídica al embrión, lo que contraviene los principios científicos y conduce a aberraciones jurídicas.
3) La violación de los derechos humanos de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, a ejercer su sexualidad libremente y a elegir libremente la maternidad y el número de hijos que desean y pueden tener, lo que afecta a su vez los derechos de los hombres y el bienestar de las familias. Derechos que están garantizados en los artículos 1 y 4 de la Constitución mexicana, así como en la Ley de Igualdad y en la Ley de No discriminación.
4) La violación de los derechos humanos de las mujeres a vivir una vida libre de violencia, derechos garantizados por las leyes mexicanas y estipulados por Convenciones internacionales suscritas por nuestro país, como la de Belem do Pará y la CEDAW.
5) La institucionalización de la violencia de género. Hoy día, en estos estados existen niñas que están siendo obligadas a ser madres de hijos producto de violación incluso por incesto y hay también mujeres encarceladas por haber tenido un aborto espontáneo, mientras que mujeres que abortaron han sido detenidas y tratadas con más saña y escándalo que delincuentes peligrosos. Es intolerable que “la protección de la vida” sirva para desatar una represión sistemática y generalizada contra las mujeres.
6) La negación de una realidad: el aborto clandestino es inseguro, tiene tasas altas de letalidad en países donde su ejercicio es ilegal, y representa además un problema de injusticia social, en cuanto son las mujeres más pobres las que se ven forzadas a someterse a abortos en circunstancias insalubres.
Por ello, reivindicamos para todas las mujeres mexicanas:
· el derecho a decidir sobre su cuerpo, su sexualidad y su maternidad;
· el derecho a no ser violentadas y a recibir servicios médicos y legales del Estado en los casos de violación y violencia sexual;
· y los derechos humanos básicos a la salud, al bienestar y a una vida digna.
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Amig@s:
Les hago llegar el desplegado que se subirá hoy por la noche a la página de proceso.com. y permanecerá ahí toda la semana.
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1. Que lo firmen (agregando su nombre en la página de proceso.com).
2. Lo envíen a 10 amig@s por lo menos.
3. Si les es posible, depositen en la cuenta que el lunes aparecerá en proceso.com 250 pesos. La intención es publicarlo firmado en la revista impresa Proceso la próxima semana.
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